Canarias Mediafest 2006

31 de octubre de 2006


¿Nos vemos esta noche en el Canarias Mediafest?


Einstein y Chaplin

29 de octubre de 2006

El otro día vi a Geraldine Chaplin explicando en la tele cómo su padre, cuando iban a cenar, solía pedir trucha azul, animal que se cocina vivo. Ella contaba cómo cuando luego le llevaban el plato a la mesa Chaplin comenzaba a hablar con la pobre trucha a la que se le había quedado la mueca propia de esa forma de morir y todo el restaurante terminaba atendiendo tan "curiosa conversación".

Recordé lo que me sorprendió hace tiempo leer que Einstein y Chaplin eran amigos y una simpática conversación que tuvieron cuando se conocieron.

Pero ya que estoy, antes de eso les transcribo "La Idea Feliz de Einstein", de "Mi autobiografía" de Charlie Chaplin, que también me parece interesante.

Charlie Chaplin recuerda una cena en su casa de California, en 1926, en la que estuvieron presentes Einstein, su segunda esposa y otros dos amigos de Chaplin. Durante la cena, la señora Einstein "[le] contó la historia de la manaña en que [Einstein] concibió la teoría de la relatividad». Ella le dijo lo siguiente:

El doctor [Einstein], como de costumbre, bajó en bata para tomar el desayuno, pero apenas probó bocado. Pensé que algo iba mal, así que le pregunté qué era lo que le preocupaba. «Querida - me dijo -, tengo una idea maravillosa». Y tras tomar el café, se dirigió al piano y empezó a tocar. Se interrumpía constantemente, tomaba algunas notas y luego me decía: «tengo una idea estupenda, maravillosa». Yo le dije: «entonces, por el amor de Dios, dime de qué se trata y no me tengas en ascuas». Él respondió: «es difícil, todavía tengo que perfeccionarla».

La señora Einstein contó a Chaplin que Einstein siguió tocando el piano y tomando notas durante media hora aproximadamente, luego subió a su estudio diciéndole que no quería que le molestaran, y permaneció allí durante dos semanas. «Le mandaba todos los días la comida arriba; por la noche solía dar un corto paseo para estirar las piernas y luego regresaba para ponerse a trabajar de nuevo.»
«Finalmente - dijo la señora Einstein - bajó del estudio muy pálido.» «Ya está - me dijo - mientras depositaba, con aspecto cansado, dos hojas de papel sobre la mesa.» Y allí estaba su teoría de la relatividad.

Einstein presentó su teoría durante las tres sesiones siguientes de la Academia Prusiana de Ciencias celebradas en noviembre de 1915. Más tarde habría de recordar este hecho como el momento más feliz de su vida.

Y ahora sí. La anécdota que cuenta Luis T. Melgar en su "Antología del Ingenio".



Ambos se conocieron en una fiesta a la que habían sido invitados.

Después de las presentaciones de rigor, el autor de la teoría de la relatividad comentó:

-¡Qué envidiable popularidad la suya, señor Chaplin!¡La gente lo elogia y admira a pesar de entenderle!

-Más admirable es su caso, profesor -repuso el actor-, pues la gente le admira a pesar de que no le entienden.


Dos genios.

Intermedio

26 de octubre de 2006

Buscando oportunidades no he encontrado una para pasarme por aquí. Mis disculpas y mi agradecimiento a los que han tenido mono.

Y bueno, en realidad vuelvo sin respuestas. Es más, ahora tengo algunas preguntas más.

¿Cómo se pela una manzana?
¿Cuántos viajes hacen falta para que suba la compra una persona sola?
¿Quién ha estado hoy en La Ventana?
¿Cómo se va a Ikea?
¿Cuándo hay que regar las plantas?
¿Qué día llega la Cinemanía al Kiosko?
¿Cómo se utiliza un taladro?
¿Se le hundirá el negocio a La Foccacia?
¿A dónde van las gracietas nocturnas?
¿Cuál era esa película imprescindible que debería ver?
¿Qué pasará entre Tato y su novia?
¿Cómo se llena un cajón vacío?
¿Cuánto tarda en caducar el agua en la nevera?


Pero sobre todo
¿Cuánto dura un intermedio?

De Jim para Catherine (3 tiempos)

4 de octubre de 2006



El gesto más bello

(Pincha en cada imagen para ampliar)

Salvador Puig Antich

1 de octubre de 2006

Hoy me tocaba elegir a mí película. Él suele elegir las de reír, y yo las de llorar. Y vaya si lloré. Mis llantos en el cine pueden ser de emoción positiva (alegría), de tristeza (pena honda) o de pura rabia (cuando peor lo paso). Y hoy tocó el llanto de rabia, el que te deja muy mal cuerpo. No les voy a hacer una crítica al uso porque ni se me da bien ni tengo conocimientos como para plasmar algo digno. Sólo sé que esa espinita que tenemos tantos españoles clavada en el alma porque Franco se murió en la cama y de viejo se me estuvo removiendo. Aunque una estaba en el limbo cuando aquello, la memoria y la historia de aquellos años no se murió con el dictador. Muchas de las personas que aparecen, los que de verdad vivieron la historia, siguen vivos. Ciertamente este país tiene aún heridas que tardarán mucho en cicatrizar. En un momento de la película hay un diálogo corto entre una de las hermanas de Salvador y un auténtico cabrón que no les voy a revelar pero que si ven la peli reconocerán. Parece ser que esa conversación ocurrió exactamente así, la hermana lo contó en el programa La Ventana. Me pregunto cómo viven en la actualidad personas de ese tipo.

Supongo que muchos de ustedes habrán visto la película, en cualquier caso la recomiendo. Puede que las motivaciones políticas de Salvador no hayan sido muy bien perfiladas ni ahonde demasiado en su ideología pero no creo que pretenda eso el director. No me parece que se trate de crear un sentimiento que te haga identificarte con él o no en cuestiones de ese tipo. Filias y fobias a un lado en ese sentido, lo que importa es su historia personal y cómo llega a convertirse en el cabeza de turco de una dictadura que estaba a punto de agonizar. El final de la película es muy, muy duro. Cuesta no bajar la mirada de la pantalla.

Vayan preparados a sentir la espinita.