Manufactura del consentimiento

29 de noviembre de 2010

En 1958, Henry David Thoreau, uno de los raros disidentes, escribió en su diario que:

no hay necesidad de formular una ley que frene la licencia de la prensa. De sobra se autocontrola a sí misma. En general, la comunidad se ha reunido y puesto de acuerdo sobre qué cosas hay que expresar, se ha puesto de acuerdo sobre una plataforma y en excomulgar a aquel que se aparte de ella, y ni siquiera uno entre mil se atreve a expresar ninguna otra cosa.

Sería más exacto decir que ni siquiera uno entre mil es capaz de pensar ninguna otra cosa; y es que el sistema de control del pensamiento ha llegado a ser bastante autoconsciente. (...) en un país donde la voz del pueblo puede ser escuchada, es necesario asegurar que esa voz diga las cosas correctas.

En un estado basado en la violencia interna, basta controlar lo que la gente hace (lo que piensan es asunto de poca importancia), siempre y cuando ésta pueda ser controlada por la fuerza. Pero donde la violencia estatal es más limitada, es necesario controlar también lo que la gente piensa. En síntesis, existe una conexión entre la ausencia de control de Estados Unidos y la extraordinaria eficacia del sistema de control del pensamiento.

Noam Chomsky
Sobre el poder y la ideología
Para Elena (I)

Seda

8 de septiembre de 2010

Es un dolor extraño.

Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca.

Seda
Alessandro Baricco

En algún lugar sobre el arco iris

8 de agosto de 2010

Fuego en su cerebro

31 de julio de 2010

Una irresistible obsesión se apoderó de él: que su Finnegans Wake se había infiltrado en el cerebro de su hija y la había trastornado. Había concebido Finnegans Wake como una novela de la noche inconsciente (en tanto que opuesta al día de Ulises), una novela de oscuros juegos de palabras y asociaciones que quizá se aproxima todo lo que una obra literaria puede hacerlo al cerrado mundo de la psicosis, sin ser demente ella misma. Seguramente esto había precipitado las enigmáticas expresiones de Lucía. "Cualquier posible chispa del don que yo poseo -decía Joyce amargamente- ha sido transmitida a ella y ha encendido un fuego en su cerebro".
Su superstición tenía sus raíces en la casi telepática empatía que existía entre ellos. Él comprendía institivamente la abrasadora soledad de la enfermedad de Lucía. La locura nos arranca del lenguaje común de la vida, el lenguaje del que Joyce también se había apartado, o que había superado. Todos tememos en algún momento que "nuestro" mundo y "el" mundo estén irremediablemente separados. La psicosis es la realización de este temor. Uno piensa en aquel paciente maníaco sometido a un detector de mentiras, al que le preguntaron si se creía que era Napoleón. Replicó, "no", pero la máquina registró que estaba mintiendo. La inmersión de Joyce en los entresijos de la mente de Lucía era un intento de rescatarla de aquella doble mentira, un intento de mostrarle que él también hablaba su lenguaje. Y si él lo hablaba, entonces ¿cómo podía ella estar loca, o sentirse sola?

Hacia el amanecer
Michael Greenberg

Lucía Joyce fotografiada por Berenice Abbott

Primos gemelos

18 de junio de 2010

En primer curso de la universidad había estudiado ciertos números primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos, ya que entre ellos siempre hay un número par que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Si se tiene paciencia y se sigue contando, se descubre que dichas parejas aparecen cada vez con menos frecuencia. Lo que encontramos son números primos aislados, como perdidos en ese espacio silencioso y rítmico hecho de cifras, y uno tiene la angustiosa sensación de que las parejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el verdadero destino de los números primos es quedarse solos. Pero cuando, ya cansados de contar, nos disponemos a dejarlo, topamos de pronto con otros dos gemelos estrechamente unidos. Es convencimiento general entre los matemáticos que, por muy atrás que quede la última pareja, siempre acabará apareciendo otra, aunque hasta ese momento nadie pueda predecir dónde.

Mattia pensaba que él y Alice eran eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos. A ella no se lo había dicho.


La soledad de los números primos
Paolo Giordano

Resonancia

1 de junio de 2010

Es curioso, no he dejado de sufrir. No me he aferrado a ti sino a mi sufrimiento. Intenté retenerlo para conservarte, para conservar lo nuestro. El día que deje de sufrir, que salga adelante, como dices, es que me habré convertido en otro y no quiero que eso ocurra, porque entonces ya no podremos reencontrarnos.

La Maman et la Putain

Un año con tu silencio

16 de mayo de 2010

Hoy, que vivo un año con tu silencio, quiero recordarte con tus palabras. Ojalá hayas encontrado tu luz y tu sol.

MI LUZ Y MI SOL, año 1980

¿Dónde está la luz
que se ha perdido?
¿Dónde está el sol
que ya no brilla?

¿Por qué todo a mi alrededor
se ha oscurecido,
sumiendo mi alma
en triste pesadilla?

¿Por qué voy errante
perdido en la noche
sin guía ni meta
que darle a mis pasos?,
buscando esa luz
que alumbre mi noche
buscando esa mano
que guíe mis pasos

Y no encuentro esa luz
porque el sol se ha apagado
y en noche perenne
mi alma camina.

Tan solo el recuerdo
que tú me has dejado
sobre todas las cosas
a mí me domina.

Porque tú eras la luz
que alumbraba mi vida
y el sol sobre el cual
yo giraba.

Y tu luz se apagó
abriendo una herida
en mi pecho dolido
porque yo te adoraba.


Aquilino Pérez Val

Memoria

24 de abril de 2010

Traigo aquí un cachito de la emocionante concentración en apoyo a la causa abierta por el juez Garzón para investigar los crímenes del franquismo. Como bien dijo Miguel Ángel Sosa, los convocantes eran, sobre todo, los desaparecidos.

Desaparecidos

Están en algún sitio / concertados
desconcertados / sordos
buscándose / buscándonos
bloqueados por los signos y las dudas
contemplando las verjas de las plazas
los timbres de las puertas / las viejas azoteas
ordenando sus sueños sus olvidos
quizá convalecientes de su muerte privada

nadie les ha explicado con certeza
si ya se fueron o si no
si son pancartas o temblores
sobrevivientes o responsos

ven pasar árboles y pájaros
e ignoran a qué sombra pertenecen

cuando empezaron a desaparecer
hace tres cinco siete ceremonias
a desaparecer como sin sangre
como sin rostro y sin motivo
vieron por la ventana de su ausencia
lo que quedaba atrás / ese andamiaje
de abrazos cielo y humo

cuando empezaron a desaparecer
como el oasis en los espejismos
a desaparecer sin últimas palabras
tenían en sus manos los trocitos
de cosas que querían

están en algún sitio / nube o tumba
están en algún sitio / estoy seguro
allá en el sur del alma
es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy vaguen preguntando preguntando
dónde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio.

Mario Benedetti



Relato de ficción

2 de marzo de 2010

Tras la esperada derrota los perdedores salieron a la calle. Era inevitable que se dibujara una expresión de cierta tristeza en sus caras después de todo el trabajo y la ilusión invertida. El Gran Hombre descansaba asomado a la barandilla de la sexta planta del lujoso hotel. Se encontraba rodeado de gente que reía y hablaba escandolosamente. Celebraban la victoria. El bullicio llamó la atención del grupo de abajo, que alzó la mirada. El Gran Hombre dirigió la suya hacia ellos. Instantáneamente, el escenario se difuminó y sólo quedó en escena una fuerte sensación de Deja Vu que les transportó a una época ahora rota. Los perdedores, sin mediar palabra, se miraron entre ellos y, casi a una sola voz, exclamaron levantando los brazos: "¡¡Tírate Gran Hombre!!". El Gran Hombre, durante breves segundos, experimentó un sentimiento de nostalgia que le ensombreció el rostro jubiloso. Durante ese tiempo la gente que le rodeaba se le antojó extraña. Ninguno podía entender el significado de lo que acababa de ocurrir. Mientras esto sucedía dudó por un momento de que aquellos últimos meses hubieran merecido la pena. Pero rápidamente computó lo que el recién estrenado triunfo le traería y decidió olvidar el sentimentalismo. No le costó. Se dio la vuelta y se perdió entre la marea de abrazos y felicitaciones mutuas. Las personas del grupo de abajo se volvieron a mirar entre ellos y rompieron a reir a carcajadas. El atisbo de tristeza había desaparecido de sus semblantes. Sólo quedaba la ilusión, la convicción y la alegría que les movía. Con ellas y entre bromas y chistes abandonaron todos juntos el lugar.

Haití grita

31 de enero de 2010

Unos días antes del terremoto en Haití estuve escuchando el disco de The Arcade Fire Funeral, que contiene esta bonita canción



Ayer, navegando por internet di con este poema:

Mugres negros

Y bien así es;

nosotros

los negros

los niggers

los mugres negros

ya no aceptamos

tan sencillo

se acabó

ser en África

en América

sus negros

sus niggers

sus mugres negros

ya no lo aceptamos

les sorprende

decir: sí señó

cuando limpiamos sus botas

sí padrecito

al misionero blanco

sí amo

al cortar para ustedes

la caña al cosechar

el café

el algodón

el cacahuate

en África

en América

como buenos negros

como pobres negros

como mugres negros

que éramos

que ya no seremos

Se acabaron ya verán

nuestro yes Sir

oui blanc

sí señor

y

cuidado, sargento

sí, mi jefe

cuando se nos dé la orden

de ametrallar a nuestros hermanos árabes

en Siria

en Túnez

en Marruecos

y nuestros camaradas blancos en huelga

muertos de hambre

oprimidos

expoliados

como nosotros despreciados

los negros

los niggers

los mugres negros

Sorpresa

cuando la orquesta de sus cabarés

de las rumbas y los blues

les toque otra cosa

que no esperaba la putería aceda

de sus padrones y zorras enjoyadas

para quien un negro

es sólo un instrumento

para cantar, verdad

para bailar, of course

para fornicar, naturlich

sólo un artículo

que se compra se vende

en el mercado del placer

sólo un negro

un nigger

un mugre negro

Sorpresa

jesúsmaríajosé

sorpresa

cuando agarremos

con risa terrible

al misionero por la barba

para enseñarle ahora nosotros

a patadas en el culo

que nuestros abuelos

no son

galos

que nos importa un carajo

un Dios que

si es el Padre

bueno entonces nosotros

los negros

los niggers

los mugres negros

a creer que no sólo somos sus bastardos

inútil berrear

jesúsmaríajosé

como odre podrido reventando mentiras

tenemos que enseñarte

lo que en definitiva cuesta

predicarnos a punta de chicote y yo pecador

la humildad

la resignación

de nuestra suerte maldita

de negros

de niggers

de mugres negros

La máquinas de escribir mascarán órdenes de represión

castañeando los dientes

fusilen

ahorquen

deguellen

a esos negros

esos niggers

esos mugres negros

Embijados como enloquecidas moscas de carroña

en la telaraña de las gráficas

desplomadas de la bolsa

los grandes accionistas de compañías mineras y forestales

los propietarios de destilerías y plantaciones

los propietarios de negros

de niggers

de mugres negros

y el teletipo delirará

en nombre de la civilización

en nombre de la religión

en nombre de la latinidad

en nombre de Dios

en nombre de la Trinidad

en nombre de Dios pardiez

tropas

aviones

tanques

gases

contra esos negros

contra esos niggers

contra esos mugres negros

Demasiado tarde

hasta el corazón de las selvas infernales

retumbará precipitadoel tartamudeo terrible

telegráfico de los tam-tams infatigables repitiendo

repitiendo

que los negros

ya no aceptan

ya no aceptan

ser sus negros

demasiado tarde

porque habremos surgido

de las cuevas de ladrones de las minas de oro del Congo

y de Sudáfrica

demasiado tarde será demasiado tarde

para impedir en las plantaciones de Luisiana

en los grandes ingenios de las Antillas

la cosecha de venganza

de los negros

de los niggers

de los mugres negros

será demasiado tarde se lo digo

porque hasta los tam-tams aprenderán el idioma

de la Internacional

porque hemos escogido nuestro día

el día de los mugres negros

de los mugres indios

de los mugres hindúes

de los mugres indochinos

de los mugres árabes

de los mugres malasios

de los mugres judíos

de los mugres proletarios

Y aquí estamos de pie

todos los condenados de la tierra

todos los justicieros

yendo al asalto de sus cuarteles

de sus bancos

como un bosque de antorchas fúnebres

para acabar

de una

vez por todas

con este mundo

de negros

de niggers

de mugres negros.

Jacques Roumain (poeta Haitiano 1907-1944).

Del libro: Poesía negra de América. Bliblioteca Era. 1976. Traducción de Jorge Alberto Manrique.

¿Casualidad? No lo creo. A veces pienso que las respuestas están a nuestro lado, pero nosotros sólo miramos cuando nos gritan.