Mi yo crisis de los 34 ha obligado a salir a correr a mi yo cuerpo que se desmorona. Mi yo responsable ha sido incapaz de protestar y mi yo absurdo ha lamentado que mis nuevas playeras nunca volverán a tener este blanco nuclear. Mi yo paranoico sufría por si estaba sonando el móvil solo en casa y mi yo por ahí no paso ha resuelto que la riñonera queda descartada para las llaves de casa. El yo empiezo a moquear si me paro sólo ha atendido al 50% de la conversación cuando me he encontrado a un compañero de trabajo y el yo todo tiene un límite se ha vuelto a casa cuando el ipod se ha quedado sin batería.
Mañana voy otra vez.