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Memoria

24 de abril de 2010

Traigo aquí un cachito de la emocionante concentración en apoyo a la causa abierta por el juez Garzón para investigar los crímenes del franquismo. Como bien dijo Miguel Ángel Sosa, los convocantes eran, sobre todo, los desaparecidos.

Desaparecidos

Están en algún sitio / concertados
desconcertados / sordos
buscándose / buscándonos
bloqueados por los signos y las dudas
contemplando las verjas de las plazas
los timbres de las puertas / las viejas azoteas
ordenando sus sueños sus olvidos
quizá convalecientes de su muerte privada

nadie les ha explicado con certeza
si ya se fueron o si no
si son pancartas o temblores
sobrevivientes o responsos

ven pasar árboles y pájaros
e ignoran a qué sombra pertenecen

cuando empezaron a desaparecer
hace tres cinco siete ceremonias
a desaparecer como sin sangre
como sin rostro y sin motivo
vieron por la ventana de su ausencia
lo que quedaba atrás / ese andamiaje
de abrazos cielo y humo

cuando empezaron a desaparecer
como el oasis en los espejismos
a desaparecer sin últimas palabras
tenían en sus manos los trocitos
de cosas que querían

están en algún sitio / nube o tumba
están en algún sitio / estoy seguro
allá en el sur del alma
es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy vaguen preguntando preguntando
dónde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio.

Mario Benedetti



Relato de ficción

2 de marzo de 2010

Tras la esperada derrota los perdedores salieron a la calle. Era inevitable que se dibujara una expresión de cierta tristeza en sus caras después de todo el trabajo y la ilusión invertida. El Gran Hombre descansaba asomado a la barandilla de la sexta planta del lujoso hotel. Se encontraba rodeado de gente que reía y hablaba escandolosamente. Celebraban la victoria. El bullicio llamó la atención del grupo de abajo, que alzó la mirada. El Gran Hombre dirigió la suya hacia ellos. Instantáneamente, el escenario se difuminó y sólo quedó en escena una fuerte sensación de Deja Vu que les transportó a una época ahora rota. Los perdedores, sin mediar palabra, se miraron entre ellos y, casi a una sola voz, exclamaron levantando los brazos: "¡¡Tírate Gran Hombre!!". El Gran Hombre, durante breves segundos, experimentó un sentimiento de nostalgia que le ensombreció el rostro jubiloso. Durante ese tiempo la gente que le rodeaba se le antojó extraña. Ninguno podía entender el significado de lo que acababa de ocurrir. Mientras esto sucedía dudó por un momento de que aquellos últimos meses hubieran merecido la pena. Pero rápidamente computó lo que el recién estrenado triunfo le traería y decidió olvidar el sentimentalismo. No le costó. Se dio la vuelta y se perdió entre la marea de abrazos y felicitaciones mutuas. Las personas del grupo de abajo se volvieron a mirar entre ellos y rompieron a reir a carcajadas. El atisbo de tristeza había desaparecido de sus semblantes. Sólo quedaba la ilusión, la convicción y la alegría que les movía. Con ellas y entre bromas y chistes abandonaron todos juntos el lugar.

Ser de izquierdas

19 de abril de 2009

Su actitud científica y vital sigue siendo de izquierdas. Pura cuestión de raciocinio, explica, porque la culpa de las grandes desdichas de la humanidad la tiene el hemisferio derecho del cerebro. "Es la parte instintiva, la que sirvió para hacer bajar al australopithecus del árbol y salvarle la vida. La tenemos poco desarrollada y es la zona a la que apelan los dictadores para que las masas les sigan. Todas las tragedias se apoyan siempre en ese hemisferio que desconfía del diferente".

(..) el cerebro límbico, el hemisferio derecho, no ha tenido un desarrollo somático ni funcional. Y, desgraciadamente, todavía hoy predomina sobre el otro. Todo lo que pasa en las grandes tragedias se debe al hecho de que este cerebro arcaico domina al de la verdadera razón. Por eso debemos estar alerta. Hoy puede ser el fin de la humanidad. En todas las grandes tragedias se camufla la inteligencia y el razonamiento con ese instinto de bajo nivel. Los regímenes totalitarios de Mussolini, Hitler y Stalin convencieron a las poblaciones con ese raciocinio, que es puro instinto y surge en el origen de la vida de los vertebrados, pero que no tiene que ver con el razonamiento. El peligro es que aquello que salvó al australopithecus cuando bajó del árbol siga predominando.

Rita Levi-Montalcini. PREMIO NOBEL DE MEDICINA.
100 años. Vieja y sabia.
Visto en El País

El G-20 según Ignacio Escolar

4 de abril de 2009

Hoy, un artículo que leí en Público y que traigo desde escolar.net. Es del propio Ignacio Escolar, al que me encanta leer, no me canso de decirlo. Sus artículos son los mejores. Lo que ha escrito sobre el G-20 ha estado a la altura del acontecimiento.

Reconozco que lo empecé a leer sin fijarme en quién lo firmaba. Cuando leí las primeras frases me pareció tan bueno el principio que busqué al autor. Y pensé "tenía que ser". Si no lo han leído, disfruten de buen periodismo.

El nuevo orden mundial del billón de dólares

¿Qué puede más? ¿Una fuerza imparable o un obstáculo insalvable? ¿El mayor plan de impulso económico de la historia o la recesión más grave jamás conocida? Está por ver, pero al menos ha regresado algo de optimismo. “Éste es el día en el que el mundo se une para contraatacar”, asegura un épico Gordon Brown. “Es histórico”, repiten todos los líderes del G20 en distintas lenguas, con distintos acentos. ¿Es el principio del fin de la crisis? Es pronto para decirlo. Al menos es un buen principio.

A diferencia de la anterior cumbre del G20 en Washington, en esta ocasión el comunicado oficial no es una recopilación de cantos al sol, sino que establece medidas concretas; tan claras como sus largas filas de ceros. Tan contundentes que, desde hoy, al plan Marshall habrá que ponerle un diminutivo.

“Es un nuevo orden económico” , “un plan Marshall global”, afirma Gordon Brown. Las similitudes con aquella formidable inversión estadounidense, que permitió la recuperación de Europa tras la guerra, son más que obvias. Otra vez se trata de una inversión tan necesaria como rentable para los que la promueven, pues ayudar a los países en dificultades para que así vuelvan a consumir, permitirá que la economía gire de nuevo. A diferencia de las anteriores grandes montañas de dinero contra la crisis, estos 1,1 billones de dólares están destinados a ayudar a los países, no a los banqueros.

La mayor parte de estos recursos estarán en manos del FMI, que los repartirá en forma de créditos a las naciones emergentes y en desarrollo, ahogadas por la sequía financiera. Aún faltan muchos detalles por cerrar que no son banales. El primero, garantizar que el FMI no vuelva a sus malas costumbres y aproveche ese dinero para imponer su política económica, recortes en el gasto social y privatizaciones de las empresas públicas; esa receta hoy tan cuestionada. Tampoco está garantizado qué los países más pobres, los que más lo necesitan, accedan a las ayudas. A ellos, los que menos tienen, no les ha tocado el gordo, pero sí la pedrea: un 10% del nuevo plan, 106.000 millones de dólares.

No todo es dinero. También están también las reglas. “La era del secreto bancario se ha terminado”, proclamó orgulloso Sarkozy, haciendo suyo uno de los párrafos más contundentes del comunicado, una frase que lleva su firma. Una vez más, es un buen comienzo, pero habrá que esperar a ver cómo sigue la película. Hace apenas unos meses habría sido impensable un mensaje tan duro de un foro como éste, que representa el 80% de la economía del planeta. Sin embargo, está por aclarar qué entiende el G20 por paraíso fiscal, pues el comunicado remite a una lista negra de la OCDE donde, según publica Le Figaró, lo que más abundan son los grises. Si esto es todo, amigos, el infierno de la evasión de impuestos seguirá tan lleno como siempre.

Pero más allá de los detalles, de los ceros, de la ilusión y la decepción de las medidas finales, lo que sí es cierto es que de aquí no ha salido un Bretton Woods, sino algo mucho más importante, aunque el capitalismo no haya sido refundado. En aquella cumbre donde se sentaron las bases de la economía actual, el mundo estaba dividido. Fueron las reglas del bloque occidental, en parte como respuesta ante el empuje amenazante del bloque soviético. Lo que queda de aquel comunismo estaba ayer aquí, sentado junto a Obama. La cumbre de Londres es el estreno de algo mucho más grande que la crisis: el primer decreto ley de un auténtico gobierno mundial.

Por Ignacio Escolar

Eutanasia

10 de febrero de 2009

El caso de Eluana estos días en la prensa me ha dejado perpleja.

Que una persona, después de cargar con una de las situaciones más duras en las que la vida te puede poner, tenga que batallar con la hipocresía y estupidez ajena, todo ello producto de ambiciones vergonzosas, me parece el colmo de la resistencia humana. Pero esta vez, por suerte, ganó la dignidad.

Ramón: No, espera… Padre Francisco ¿me oye usted?

Padre Francisco: Sí, le oigo, Ramón, le oigo.

Ramón: Pero ¿por qué mezcla el culo con las tetas? Espero que no haya venido aquí a hacer demagogia que de eso ustedes los jesuitas saben mucho.

Padre Francisco: No, claro que no. Pero ya que habla usted de demagogia, amigo Ramón ¿no le parece a usted que lo demagógico es decir “muerte con dignidad”? ¿Por qué no se deja de eufemismos y lo dice simple y llanamente, con toda su crudeza, “me quito la vida”? Y ya está.

Ramón: No deja de sorprenderme que demuestre tanta sensibilidad ante mi vida, teniendo en cuenta que la institución que usted representa acepta el día de hoy nada menos que la pena de muerte y ha condenado durante siglos a la hoguera a los que no pensaban correctamente.

Padre Francisco: Ahora el que está haciendo demagogia es usted.

Ramón: Sí claro, pero dejándonos de eufemismos, como usted dice, eso es lo que habrían hecho conmigo, ¿no? Quemarme vivo, quemarme por defender mi libertad.

Padre Francisco: Amigo Ramón…

Ramón: Amigo dice…

Padre Francisco: Amigo Ramón, una libertad que elimina la vida no es libertad.

Ramón: ¡Y una vida que elimina la libertad tampoco es vida! Y no me llame amigo. Y déjeme en paz, hombre.
MAR ADENTRO.

Esperanza

20 de enero de 2009


Foto publicada en ELPAÍS.com
Del día de hoy me quedo con esta foto. Gran parte del mundo ha puesto en manos de Obama su Caja de Pandora. Esperemos que de verdad sepa cuidar de algo tan frágil.

La fantasía de Espe

20 de noviembre de 2008

La Anita Obregón de la política ha hablado... una vez más.

"... que en ninguna de las sedes del Partido Popular hay ninguna fotografía, por supuesto, de nadie del Franquismo, porque el Partido Socialista Obrero Español sí tiene un pasado violento. Cuando vamos a las sedes del Partido Socialista sí nos encontramos ahí con los líderes que protagonizaron la República y la Guerra Civil."
Ha dicho. Ella. Que es así de fantástica.



Discurso de la victoria de Obama

13 de noviembre de 2008

Si todavía queda alguien por ahí que aún duda de que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible, quien todavía se pregunta si el sueño de nuestros fundadores sigue vivo en nuestros tiempos, quien todavía cuestiona la fuerza de nuestra democracia, esta noche es su respuesta.

Es la respuesta dada por las colas que se extendieron alrededor de escuelas e iglesias en un número cómo esta nación jamás ha visto, por las personas que esperaron tres horas y cuatro horas, muchas de ellas por primera vez en sus vidas, porque creían que esta vez tenía que ser distinta, y que sus voces podrían suponer esa diferencia.

Es la respuesta pronunciada por los jóvenes y los ancianos, ricos y pobres, demócratas y republicanos, negros, blancos, hispanos, indígenas, homosexuales, heterosexuales, discapacitados o no discapacitados. Estadounidenses que transmitieron al mundo el mensaje de que nunca hemos sido simplemente una colección de individuos ni una colección de estados rojos y estados azules.

Somos, y siempre seremos, los Estados Unidos de América.

Es la respuesta que condujo a aquellos que durante tanto tiempo han sido aconsejados a ser escépticos y temerosos y dudosos sobre lo que podemos lograr, a poner manos al arco de la Historia y torcerlo una vez más hacia la esperanza en un día mejor.

Ha tardado tiempo en llegar, pero esta noche, debido a lo que hicimos en esta fecha, en estas elecciones, en este momento decisivo, el cambio ha venido a Estados Unidos.

Esta noche, recibí una llamada extraordinariamente cortés del senador McCain.

El senador McCain luchó larga y duramente en esta campaña. Y ha luchado aún más larga y duramente por el país que ama. Ha aguantado sacrificios por Estados Unidos que no podemos ni imaginar. Todos nos hemos beneficiado del servicio prestado por este líder valiente y abnegado.

Le felicito; felicito a la gobernadora Palin por todo lo que han logrado. Y estoy deseando colaborar con ellos para renovar la promesa de esa nación durante los próximos meses.

Quiero agradecer a mi socio en este viaje, un hombre que hizo campaña desde el corazón, e hizo de portavoz de los hombres y las mujeres con quienes se crío en las calles de Scranton y con quienes viajaba en tren de vuelta a su casa en Delaware, el vicepresidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden.

Y no estaría aquí esta noche sin el respaldo infatigable de mi mejor amiga durante los últimos 16 años, la piedra de nuestra familia, el amor de mi vida, la próxima primera dama de la nación, Michelle Obama.

Sasha y Malia, os quiero a las dos más de lo que podéis imaginar. Y os habéis ganado el nuevo cachorro que nos acompañará hasta la nueva Casa Blanca. Y aunque ya no está con nosotros, sé que mi abuela nos está viendo, junto con la familia que hizo de mí lo que soy. Los echo en falta esta noche. Sé que mi deuda para con ellos es incalculable

A mi hermana Maya, mi hermana Alma, al resto de mis hermanos y hermanas, muchísimas gracias por todo el respaldo que me habéis aportado. Estoy agradecido a todos vosotros. Y a mi director de campaña, David Plouffe, el héroe no reconocido de esta campaña, quien construyó la mejor, la mejor campaña política, creo, en la Historia de los Estados Unidos de América.

A mi estratega en jefe, David Axelrod, quien ha sido un socio mío a cada paso del camino. Al mejor equipo de campaña que se ha compuesto en la historia de la política. Vosotros hicisteis realidad esto, y estoy agradecido para siempre por lo que habéis sacrificado para lograrlo.

Pero sobre todo, no olvidaré a quién pertenece de verdad esta victoria. Os pertenece a vosotros. Os pertenece a vosotros.

Nunca parecí el aspirante a este cargo con más posibilidades. No comenzamos con mucho dinero ni con muchos avales. Nuestra campaña no fue ideada en los pasillos de Washington. Se inició en los jardines traseros de Des Moines y en los cuartos de estar de Concord y en los porches de Charleston. Fue construida por los trabajadores y las trabajadoras que recurrieron a los pocos ahorros que tenían para donar a la causa cinco dólares y diez dólares y veinte dólares

Adquirió fuerza de los jóvenes que rechazaron el mito de la apatía de su generación, que dejaron atrás sus casas y sus familiares para hacer trabajos que les procuraron poco dinero y menos sueño.

Adquirió fuerza de las personas no tan jóvenes que hicieron frente al gélido frío y el ardiente calor para llamar a las puertas de desconocidos y de los millones de estadounidenses que se ofrecieron voluntarios y organizaron y demostraron que, más de dos siglos después, un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no se ha desvanecido de la Tierra.

Esta es vuestra victoria.

Y sé que no lo hicisteis sólo para ganar unas elecciones. Y sé que no lo hicisteis por mí. Lo hicisteis porque entendéis la magnitud de la tarea que queda por delante. Mientras celebramos esta noche, sabemos que los retos que nos traerá el día de mañana son los mayores de nuestras vidas -dos guerras, un planeta en peligro, la peor crisis financiera desde hace un siglo-.

Mientras estamos aquí esta noche, sabemos que hay estadounidenses valientes que se despiertan en los desiertos de Irak y las montañas de Afganistán para jugarse la vida por nosotros.

Hay madres y padres que se quedarán desvelados en la cama después de que los niños se hayan dormido y se preguntarán cómo pagarán la hipoteca o las facturas médicas o ahorrar lo suficiente para la educación universitaria de sus hijos.

Hay nueva energía por aprovechar, nuevos puestos de trabajo por crear, nuevas escuelas por construir, y amenazas por contestar, alianzas por reparar.

El camino por delante será largo. La subida será empinada. Puede que no lleguemos en un año ni en un mandato. Sin embargo, Estados Unidos, nunca he estado tan esperanzado como estoy esta noche de que llegaremos.

Os prometo que, nosotros, como pueblo, llegaremos.

Habrá percances y comienzos en falso. Hay muchos que no estarán de acuerdo con cada decisión o política mía cuando sea presidente. Y sabemos que el gobierno no puede solucionar todos los problemas.

Pero siempre seré sincero con vosotros sobre los retos que nos afrontan. Os escucharé, sobre todo cuando discrepamos. Y sobre todo, os pediré que participéis en la labor de reconstruir esta nación, de la única forma en que se ha hecho en Estados Unidos durante 221 años bloque por bloque, ladrillo por ladrillo, mano encallecida sobre mano encallecida.

Lo que comenzó hace 21 meses en pleno invierno no puede terminar en esta noche otoñal. Esta victoria en sí misma no es el cambio que buscamos. Es sólo la oportunidad para que hagamos ese cambio. Y eso no puede suceder si volvemos a como era antes. No puede suceder sin vosotros, sin un nuevo espíritu de sacrificio.

Así que hagamos un llamamiento a un nuevo espíritu del patriotismo, de responsabilidad, en que cada uno echa una mano y trabaja más y se preocupa no sólo de nosotros mismos sino el uno del otro.

Recordemos que, si esta crisis financiera nos ha enseñado algo, es que no puede haber un Wall Street (sector financiero) próspero mientras que Main Street (los comercios de a pie) sufren.

En este país, avanzamos o fracasamos como una sola nación, como un solo pueblo. Resistamos la tentación de recaer en el partidismo y mezquindad e inmadurez que han intoxicado nuestra vida política desde hace tanto tiempo.

Recordemos que fue un hombre de este estado quien llevó por primera vez a la Casa Blanca la bandera del Partido Republicano, un partido fundado sobre los valores de la autosuficiencia y la libertad del individuo y la unidad nacional.

Esos son valores que todos compartimos. Y mientras que el Partido Demócrata ha logrado una gran victoria esta noche, lo hacemos con cierta humildad y la decisión de curar las divisiones que han impedido nuestro progreso.

Como dijo Lincoln a una nación mucho más dividida que la nuestra, no somos enemigos sino amigos. Aunque las pasiones los hayan puesto bajo tensión, no deben romper nuestros lazos de afecto.

Y a aquellos estadounidenses cuyo respaldo me queda por ganar, puede que no haya obtenido vuestro voto esta noche, pero escucho vuestras voces. Necesito vuestra ayuda. Y seré vuestro presidente, también.

Y a todos aquellos que nos ven esta noche desde más allá de nuestras costas, desde parlamentos y palacios, a aquellos que se juntan alrededor de las radios en los rincones olvidados del mundo, nuestras historias son diversas, pero nuestro destino es compartido, y llega un nuevo amanecer de liderazgo estadounidense.

A aquellos, a aquellos que derrumbarían al mundo: os vamos a vencer. A aquellos que buscan la paz y la seguridad: os apoyamos. Y a aquellos que se preguntan si el faro de Estados Unidos todavía ilumina tan fuertemente: esta noche hemos demostrado una vez más que la fuerza auténtica de nuestra nación procede no del poderío de nuestras armas ni de la magnitud de nuestra riqueza sino del poder duradero de nuestros ideales; la democracia, la libertad, la oportunidad y la esperanza firme.

Allí está la verdadera genialidad de Estados Unidos: que Estados Unidos puede cambiar. Nuestra unión se puede perfeccionar. Lo que ya hemos logrado nos da esperanza con respecto a lo que podemos y tenemos que lograr mañana.

Estas elecciones contaron con muchas primicias y muchas historias que se contarán durante siglos. Pero una que tengo en mente esta noche trata de una mujer que emitió su papeleta en Atlanta. Ella se parece mucho a otros que guardaron cola para hacer oír su voz en estas elecciones, salvo por una cosa: Ann Nixon Cooper tiene 106 años.

Nació sólo una generación después de la esclavitud; en una era en que no había automóviles por las carreteras ni aviones por los cielos; cuando alguien como ella no podía votar por dos razones -porque era mujer y por el color de su piel. Y esta noche, pienso en todo lo que ella ha visto durante su siglo en Estados Unidos- la desolación y la esperanza, la lucha y el progreso; las veces que nos dijeron que no podíamos y la gente que se esforzó por continuar adelante con ese credo estadounidense: Sí podemos.

En tiempos en que las voces de las mujeres fueron acalladas y sus esperanzas descartadas, ella sobrevivió para verlas levantarse, expresarse y alargar la mano hacia la papeleta. Sí podemos. Cuando había desesperación y una depresión a lo largo del país, ella vio cómo una nación conquistó el propio miedo con un Nuevo Arreglo, nuevos empleos y un nuevo sentido de propósitos comunes.

Sí podemos

Cuando las bombas cayeron sobre nuestro puerto y la tiranía amenazó al mundo, ella estaba allí para ser testigo de cómo una generación respondió con grandeza y la democracia fue salvada.

Sí podemos.

Ella estaba allí para los autobuses de Montgomery, las mangas de riego en Birmingham, un puente en Selma y un predicador de Atlanta que dijo a un pueblo: "Lo superaremos".

Sí podemos.

Un hombre llegó a la luna, un muro cayó en Berlín y un mundo se interconectó a través de nuestra ciencia e imaginación.

Y este año, en estas elecciones, ella tocó una pantalla con el dedo y votó, porque después de 106 años en Estados Unidos, durante los tiempos mejores y las horas más negras, ella sabe cómo Estados Unidos puede cambiar.

Sí podemos.

Estados Unidos, hemos avanzado mucho. Hemos visto mucho. Pero queda mucho más por hacer. Así que, esta noche, preguntémonos -si nuestros hijos viven hasta ver el próximo siglo, si mis hijas tienen tanta suerte como para vivir tanto tiempo como Ann Nixon Cooper, ¿qué cambio verán? ¿Qué progreso habremos hecho?

Esta es nuestra oportunidad de responder a ese llamamiento. Este es nuestro momento. Estos son nuestros tiempos, para dar empleo a nuestro pueblo y abrir las puertas de la oportunidad para nuestros pequeños; para restaurar la prosperidad y fomentar la causa de la paz; para recuperar el sueño americano y reafirmar esa verdad fundamental, que, de muchos, somos uno; que mientras respiremos tenemos esperanza.

Y donde nos encontramos con escepticismo y dudas y aquellos que nos dicen que no podemos, contestaremos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: Sí podemos.

Gracias. Que Dios os bendiga. Y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América.

Fidel Castro

19 de febrero de 2008

Creo que pocas dimisiones harán correr tantos ríos de tinta. Personalmente siempre pensé que un día me despertaría con su muerte, pero nunca con su dimisión. Desde luego nadie es eterno, pero hay apegos que las miradas externas tendemos a mimetizar con las personas que los sufren y nos cuesta disociarlos. El poder y Fidel Castro se separan. Fidel se despide. Sé que muchos pensaran que el poder (¿"influencia" dirían algunos?) que ha ejercido hace tiempo que lo trascendió. Ya veremos. En cualquier caso, ante la figura de Fidel me rodea mucha gente que manifiesta extraños sentimientos entremezclados de filias y fobias.

Mi percepción de Fidel la resume bastante bien un poeta disidente cubano, Raúl Rivero, cuando dice:

"Es muy fácil ser austero con el hambre ajena".

Se murió Pinochet

10 de diciembre de 2006

La muerte le ganó a la justicia.

Mario Benedetti.

Hay que joderse

21 de noviembre de 2006

Esta mañanita, ordinaria ella donde las haya, me coloco en mi puesto de trabajo y voy haciendo mis tareas mientras asomo el ojo que he logrado abrir a la prensa. De repente leo unas declaraciones que me espabilan a golpe de incredulidad. Mi pobre compañera se asusta del grito que pego. Pero es que si no lo veo no lo creo, y aunque lo veo y lo creo, no lo asimilo. La "pobre" Esperanza Aguirre quejándose porque no llega a fin de mes... vamos, lo que me faltaba por ver. Trato de ordenar mis pensamientos en medio del shock. Quizás lo que subyace a estas declaraciones es un hecho que a mí al menos me resulta muy muy triste. El problema no está tanto en que con su pedazo de sueldo, que la gran mayoría de los españoles jamás oleremos por mucho que trabajemos, no le de para costearse cada mes todos los caprichos que se le puedan pasar por su hueca cabecita, el problema está en que encima es tan inconsciente que lo suelta y se queda tan ancha, porque realmente su nivel de vida ha sido siempre tan alto que es absolutamente incapaz de imaginar que alguien pueda vivir con menos. Probablemente si alguien le presentara algún ejemplar de "pauper femina" y le dijera que jamás podrá comprarse un bolso de Loewe ella pensaría que eso es que pertenece a la misma familia que el lince ibérico y la mandaría al zoológico, encerradita en una jaula para que sus amigos pudieran admirar tan extraño ser y asombrarse... como le ocurrió a ella.
¿Y esta tipa pretende representar a todos lo madrileños? Como mucho se representa a sí misma y a su minicírculo de amistades superguays. Nada más. A los representantes públicos, cuando juran el cargo, se les debería incluir una cláusula de prudencia y posesión de un mínimo de catadura moral y ética.

Chicas españolas, a mí este mes me revisan (y aumentan, claro está) la hipoteca. Pero vamos, no importa, después de estas declaraciones tan conmovedoras creo que deberíamos reunirnos en cónclave y en un alarde de generosidad sin precedentes sacrificar cada una el bolso de Zara que íbamos a regalar a nuestra madre por Navidad. Así cubriríamos al menos parte de los gastos en firmas de alto standing que esta pobre señora necesita para vivir y paliaríamos parte de su dolor. Pensémoslo, es la presidenta de la Comunidad más importante de España y está triste...

Vale, ya está: NO. Mejor que le practiquen una lobotomía.