Metáfora de año viejo

31 de diciembre de 2008

Para despedir el año e inaugurar el "nuevo" blog nada como el mejor, el número uno, el que compone, toca y canta en otra dimensión. Bob Dylan. Espero que les guste, les deseo a todos una feliz entrada de año. Y gracias por seguir pasando por aquí...

"El disco, que no había entusiasmado a Dave, me había dejado atónito, como si me hubieran disparado un dardo tranquilizante. Más tarde, en mi apartamento de la calle 4 Oeste, cuando estaba a solas, volví a poner el disco. No quería que nadie más lo escuchara.
A lo largo de las semanas siguientes, lo escuché repetidamente, una canción tras otra, sentado y mirando fijamente el tocadiscos. Siempre que lo hacía, me asaltaba la impresión de que un espectro, una aparición temible, se presentaba en la estancia. La economía de palabras de aquellas canciones era asombrosa. Johnson disimulaba la presencia de más de veinte intérpretes. Me concentré en cada canción preguntándome cómo lo hacía. Componerlas fue sin duda una labor altamente compleja. Cada tema parecía salir directamente de su boca y no de su memoria. Empecé a meditar sobre la construcción de los versos, a determinar en qué se diferenciaban de los de Woody. Las palabras me tensaban los nervios como cuerdas de piano. El significado y el sentimiento que entrañaban eran tan elementales que ofrecían una perspectiva muy profunda de la composición. No es posible analizar con detenimiento cada momento. Faltan demasiados términos y hay demasiada existencia dual. Johnson obvia tediosas descripciones en las que otros compositores de blues habrían centrado canciones enteras. No hay garantía alguna de que una sola de sus frases correspondiese a un hecho real, fuera pronunciada o siquiera imaginada antes. Cuando canta acerca de carámbanos que cuelgan de las ramas de un árbol me produce escalofríos, y cuando canta acerca de la leche que se vuelve azul siento náuseas y me pregunto cómo lo consigue. Además, todas las canciones tienen cierta resonancia extraña. Al oír una frase tan banal como "si hoy fuera Nochebuena y mañana Navidad", notaba en los huesos las sensaciones características de aquellas particulares fechas. En la Cadena de Hierro era un período claramente dickensiano, como de estampas de libro: ángeles sobre árboles de Navidad, trineos tirados por caballos sobre calles nevadas, abetos de luces brillantes, guirnaldas a la puerta de las tiendas del centro, la banda del Ejército de Salvación tocando en las esquinas, los coros de villancicos yendo de una casa a otra, chimeneas encendidas, bufandas de lana alrededor del cuello, los tañidos de las campanas. Cuando llegaba diciembre, todo se relajaba, reinaban el silencio y un espíritu retrospectivo, blanco como el espeso blanco de nieve que lo cubría todo. Siempre pensé que la Navidad era así para todos, en todas partes. No me cabía en la cabeza que pudiera dejar de serlo algún día. Johnson evocaba estas sensaciones con unas pocas pinceladas, como ninguna otra canción, ni siquiera la gran White Christmas había conseguido hacerlo".


Bob Dylan. Crónicas (Volumen I).



1 secretos:

Yeray López dijo...

El Blues es el origen de todo lo que se ha hecho en los últimos 80 años... ¡Qué grande Robert Johnson!