Esbozo de sexo

25 de marzo de 2009


Carnal, existencialista, espiritual… Puede que haya tantos sentidos del sexo como encuentros que se entrelazan. O como cuerpos y almas que lo crean. O como soplos de sueños, delirios y furias.

No hables, no susurres, no grites. Aliena a mundos terrenales todas las palabras. En ellas no está la respuesta. Entre ellas no hay refugio posible. Acoge en silencio mis miedos y engáñalos. Lucha contra ellos y domínalos, somételos sin piedad. Enloquece mi juicio para que me aferre a ti, alucina mi imaginación hasta que resultes deidad. Conquista mi rendición, convénceme, por un segundo, de que puedes redimirme. Libérame de este peso existencial durante tan solo un destello. Únicamente.

Luego déjame abrir lentamente los ojos para descubrirte tan mortal como yo. Entonces puedes abrazar mi tristeza mientras llora la resignación.

Hasta que volvamos a ser preludio otra vez.



A uno de mis cuadros favoritos de Lucian Freud.


Realismos

19 de marzo de 2009

Haciendo un ejercicio de realismo no me queda otra que asumir que no tengo tiempo para escribir. Así que les traigo algo que he leído (tampoco es que pueda leer mucho, pero tengo mis imprescindibles) y me ha gustado. Mucho.

Lo leí en escolar.net

He visto a misioneros y misioneras ejemplares repartir preservativos en hospitales y dar misas en lugares que si existiera dios se aparecería cada día porque allí no basta con un milagro. Recuerdo a una monja en un centro clínico de Ruanda. Le regañé entre bromas. “Madre; no sabe que el Vaticano tiene prohibido el condón”. Tras mirarme como si fuera un extraterrestre, replicó: “El 5º Mandamiento dice No matarás, y esto aquí es una cuestión de vida y muerte”. Cuando intenté seguir, me cortó posando su mano sobre la mía: “Si tengo que elegir entre el Vaticano y Dios yo ya he hecho mi elección”.

Ramón Lobo, el Papa, África y el condón

Festival de cine de LPGC

5 de marzo de 2009



Creo que he llegado a la edad en la que, cuando algo que he visto nacer cumple diez años, no puedo evitar sentir el vértigo del paso del tiempo.

Mañana se inaugura la 10º edición del Festival de Cine de mi ciudad. Este año, nuevamente, no podré asistir y el exilio me duele más que nunca por ello.

Diez años de Festivales y todo un referente para medir mi metamorfosis vital en este tiempo.

El festival bebé llegó en el mejor momento. Aún estudiante, pude dedicarle toda mi atención. Lo disfruté como sé que ya jamás lo haré. Todo un legado de películas inolvidables que permanecerán para siempre ligadas a esas primeras ediciones y a mi irrepetible caballero cómplice de cine.

El festival niño me dio otra perspectiva. Coincidió con el momento de mi vida en el que, por alguna razón que aún no he descubierto, decidí pasar de disfrutar plena y despreocupadamente de las cosas para implicarme en ellas. Y ahora también echo de menos el agobio de la gente preguntándolo todo, el vestíbulo de las salas vacías, salir y entrar de una sala a otra como Pedro por su casa, hablar con la taquillera, observar a otros viendo películas, mi acreditación... Y hasta los celos de un novio que cree que el festival le roba un poco de mí.

El festival joven únicamente puedo leerlo en los periódicos. Sé que existe porque sale en la tele y he visto el cuadrante de turnos. Su materialidad me es ajena, a mi vida actual sólo puede aportarle añoranza.

El festival adulto es futuro, futuro incierto pero proyectado en mi imaginario privativo como la reconciliación, la reanudación de una relación maravillosa e imperecedera. Porque me esfuerzo para poder volver a permitirme el lujo de abandonarme a películas totalmente desconocidas, que de repente me regalen una gran sorpresa. Porque adoro encontrarme con historias inesperadas.

Feliz décimo cumpleaños. Cuando apaguen las velas, ustedes que pueden, soplen muy fuerte.

Despedir a las hadas

19 de febrero de 2009

Paseaba plácidamente la princesa por su cuento cuando sin arte ni magia su calabaza no se convirtió en carroza y el cristal del zapato se rompió. Inexplicablemente dejó de ser princesa para convertirse en la madrastra de su propio cuento de hadas.

Las madrastras involuntarias lloran hasta la extenuación porque no le pueden explicar al príncipe destronado por qué ya no quieren ser princesas. Los príncipes destronados sufren mucho porque no saben cómo acabar el cuento sin su princesa.

Crecer de golpe toda una vida no es fácil. Los cuentos se sueñan entre nubes y la tierra está muy dura.

Hace diez años que la madrastra involuntaria cuelga estrellas en el cielo de su cuento con mensajes de perdón por haberlo abandonado. Pero el príncipe destronado hace tiempo que decidió partir con sus heridas de aquel palacio.

Ya no importan las súplicas ni las revanchas. En esto de los cuentos herir y ser herido duele para siempre.

La madrastra involuntaria paga hoy día su osadía. Se pregunta si bien valen aquellos paseos por las nubes luego toda una vida sin un resquicio de mutua devoción. Ella que nunca dejó de sentir admiración por el príncipe de su cuento vive con tristeza (de princesa) su penitencia.

Pero, ya sin cuento de hadas, la madrastra involuntaria confía en que sea la poesía que crece en la ribera de todo camino terrenal, aquí o allá, la que les encuentre nuevamente para seguir compartiendo el uno con el otro todo lo virtuoso que de aquello yació.

Ahora que no me buscas en el Amador, ahora que renuncio a mi perdón.

Siniestras Amadas

15 de febrero de 2009

Ya tengo mi ansiado libro "Siniestras Amadas". Aún no he podido sentarme a leerlo (o pasearlo, como dice su autor) tranquilamente. Pero la combinación Allan Poe - ilustraciones (en realidad maquetas de cartulina que luego son fotografiadas) de Jack Mircala, junto con la descripción "delirios necro-románticos" no puede fallarme.

Sólo como muestra un poema para una de sus "mujeres reales", Frances Sargent Osgood.

¿Tú quieres ser amada?, ¡pues que tu corazón
no se aparte de su actual senda!
Siendo todo lo que ahora er
es,
no seas nada de lo que no eres.
Así, con el mundo, tus afables modos,
tu gracia, tu más que belleza,
serán un infinito tema de alabanza,
y el amor, un simple deber.


Aunque no está en el libro, no me resisto a poner el poema que Poe le escribió a Frances y que es una especie de acrónimo:

For her this rhyme is penned, whose luminous eyes,
Brightly expressive as the twins of Leda,
Shall find her own sweet name, that nestling lies
Upon the page, enwrapped from every reader.
Search narrowly the lines! - they hold a treasure
Divine - a talisman - an amulet
That must be worn at heart. Search well the measure-
The words - the syllables! Do not forget
The trivialest point, or you may lose your labor
And yet there is in this no Gordian knot
Which one might not undo without a sabre,
If one could merely comprehend the plot.
Enwritten upon the leaf where now are peering
Eyes scintillating soul, there lie perdus
Three eloquent words oft uttered in the hearing
Of poets, by poets - as the name is a poet's, too,
Its letters, although naturally lying
Like the knight Pinto-Mendez Ferdinando -
Still form a synonym for Truth - Cease trying!
You will not read the riddle, though you do the best you can do.

Eutanasia

10 de febrero de 2009

El caso de Eluana estos días en la prensa me ha dejado perpleja.

Que una persona, después de cargar con una de las situaciones más duras en las que la vida te puede poner, tenga que batallar con la hipocresía y estupidez ajena, todo ello producto de ambiciones vergonzosas, me parece el colmo de la resistencia humana. Pero esta vez, por suerte, ganó la dignidad.

Ramón: No, espera… Padre Francisco ¿me oye usted?

Padre Francisco: Sí, le oigo, Ramón, le oigo.

Ramón: Pero ¿por qué mezcla el culo con las tetas? Espero que no haya venido aquí a hacer demagogia que de eso ustedes los jesuitas saben mucho.

Padre Francisco: No, claro que no. Pero ya que habla usted de demagogia, amigo Ramón ¿no le parece a usted que lo demagógico es decir “muerte con dignidad”? ¿Por qué no se deja de eufemismos y lo dice simple y llanamente, con toda su crudeza, “me quito la vida”? Y ya está.

Ramón: No deja de sorprenderme que demuestre tanta sensibilidad ante mi vida, teniendo en cuenta que la institución que usted representa acepta el día de hoy nada menos que la pena de muerte y ha condenado durante siglos a la hoguera a los que no pensaban correctamente.

Padre Francisco: Ahora el que está haciendo demagogia es usted.

Ramón: Sí claro, pero dejándonos de eufemismos, como usted dice, eso es lo que habrían hecho conmigo, ¿no? Quemarme vivo, quemarme por defender mi libertad.

Padre Francisco: Amigo Ramón…

Ramón: Amigo dice…

Padre Francisco: Amigo Ramón, una libertad que elimina la vida no es libertad.

Ramón: ¡Y una vida que elimina la libertad tampoco es vida! Y no me llame amigo. Y déjeme en paz, hombre.
MAR ADENTRO.

Horror en el hipermercado

28 de enero de 2009

Hoy he visto a una madre desesperada porque no conseguía que su hijita dejara la chupa. Acto seguido he visto a otra que le ha facilitado un remedio infalible, el que ella utilizó en su día.

"Yo le conté que el perro la había estado chupeteando, que luego a su prima se le había caído a la taza del váter y que por fin la había encontrado en una de las macetas del balcón. Luego le pregunté si la quería. La miró con cara de asco y me dijo que no. "

"La chupa inmunda". Mano de santo. No hay pediatra ni psicólogo infantil que mejore eso. Para que luego digan de la sabiduría popular.

Ya veremos qué hacen los psicoanalistas, psiquiatras y psicólogos clínicos cuando esa niña un día se pregunte por qué su madre le ofreció ESA chupa.

Yo sólo quería comprar un poco de embutido. La charcutera era la creadora del método.

Emigrada

26 de enero de 2009

Nunca había leído nada de Milan Kundera. Y después de escuchar de todo acerca de él y su obra he decidido darle una oportunidad. El que estoy leyendo no es uno de sus libros más celebrados, pero estaba en casa de mis padres y me vale para formarme una primera impresión.

Mi Ella siempre ha dicho que lo peor que le puede pasar a una persona, después de la muerte de un ser querido, es perder su casa. Tener que emigrar es, en un sentido amplio, perder tu casa.

Más adelante, en una conversación con una amiga polaca también emigrada, Irena comprendió que todos los emigrados tenían esos sueños, todos sin excepción; al comienzo le conmovió esa fraternidad nocturna entre personas que no se conocían, pero después se molestó un poco: ¿cómo puede ser vivida colectivamente la experiencia íntima de un sueño?, ¿dónde está, pues, su alma única? Pero por qué hacerse preguntas sin respuesta. De una cosa estaba segura: miles de emigrantes soñaban, a lo largo de la misma noche y con incontables variantes, el mismo sueño. El sueño de la emigración: uno de los fenómenos más extraños de la segunda mitad del siglo XX.
Esos sueños-pesadilla le parecían más misteriosos porque, al mismo tiempo, ella sufría de una indomable nostalgia y vivía otra experiencia del todo contraria: durante el día se le aparecían dos paisajes de su país. No, no se trataba de una ensoñación, larga y consciente, voluntaria, sino de otra cosa: en cualquier momento, brusca y rápidamente, se encendían en su cabeza apariciones de paisajes para esfumarse poco después. Mientras hablaba con su jefe, veía de pronto, como en un relámpago, un camino que surcaba un campo. Entre los empujones de un vagón de metro, en una fracción de segundo surgía de repente ante ella un pequeño paseo de un barrio arbolado de Praga. Estas imágenes fugaces la visitaban durante todo el día para paliar la falta de su Bohemia perdida.
El mismo cineasta del subconsciente que, de día, le enviaba instantáneas del paisaje natal cual imágenes de felicidad, proyectaba de noche aterradores regresos a ese mismo país. El día se iluminaba con la belleza del país abandonado; la noche, con el horror a regresar. El día le mostraba el paraíso perdido; la noche, el infierno del que había huido.
La Ignorancia. Milan Kundera.

Esperanza

20 de enero de 2009


Foto publicada en ELPAÍS.com
Del día de hoy me quedo con esta foto. Gran parte del mundo ha puesto en manos de Obama su Caja de Pandora. Esperemos que de verdad sepa cuidar de algo tan frágil.

Lanzarote

13 de enero de 2009

Todos los cambios radicales que le he dado a mi vida han sido producto de impulsos, de decisiones espontáneas que han aparecido en mi mente casi por sorpresa. Y hasta ahora en todas subyacía el simple deseo de enriquecimiento personal. Excepto la última. Mi exilio se lo debo a otro tipo de motivaciones menos "placenteras"... en principio. Salvo muchísimas vacaciones de verano en esta isla cuando era pequeña, nada me unía a Lanzarote. Para mí sólo era una isla "menor" que jamás podría aportarme más que unos días de descanso, playa y bonitos paisajes. Hasta ahora. Porque un día decidí que no se puede desear no estar en el sitio donde cierras los ojos cada noche y los vuelves a abrir cada mañana. Porque cuando estamos dispuestos a disfrutar un lugar éste termina regalándonos el tesoro que nos guardaba y que lo trasciende.

Y en agradecimiento a Lanzarote y sus (mis) tesoros traigo una de sus leyendas.

LA MAGIA DE ICO

Martín Ruiz Avendaño, en su barco, fue llevado por un temporal a Lanzarote, en el siglo XIV. Tuvo la suerte de ser bien acogido por Zonzamas, el gran rey de esta isla, y vivió en ella cierto tiempo, agradablemente sorprendido por la hospitalidad de aquella gente. A decir verdad, otra razón le detuvo también, se trataba de Fayna, la reina, una mujer de espléndida belleza que cautivó de inmediato al capitán vizcaíno. A los nueve meses de la llegada del marino, Fayna tuvo una preciosa niña a quien puso por nombre Ico. El hecho de que la niña fuese rubia y de piel blanquísima dió lugar a que muchos pensasen que había nacido como fruto de los amores de la reina y el extranjero. Al poco tiempo, Martín Ruiz de Avendaño partió nuevamente en su barco y nunca más se supo de él.

Cuando Zonzamas murió, le sucedió su hijo primogénito, Tiguafaya. Sin embargo, poco después, el nuevo rey fue hecho prisionero por unos piratas españoles, siendo vendido como esclavo junto a su mujer y a setenta lanzaroteños más.

De esta manera, Guanarteme, otro hijo de Zonzamas, se convirtió en el jefe supremo de la isla. Este nuevo rey se había casado con su bella hermana Ico, costumbre muy enraizada en los aborígenes de algunas de las islas del archipiélago. Tampoco duró mucho este monarca, dado que murió en uno de los ataques que los mercaderes de esclavos hicieron a Lanzarote.

Guanarteme e Ico habían tenido un hijo que se llamó Guardafía, el cual iba a ser nombrado nuevo rey de la isla, sin embargo, un pariente suyo llamado Atchen, poderoso gobernador de una zona de Lanzarote, reivindicó la monarquía para su persona. Alegaba Atchen que Ico no era hija de Zonzamas, sino de un español y que su hijo no era descendiente directo de Zonzamas. Por lo tanto, según él, no le correspondía ser rey.

Se reunió el consejo de nobles y decidió que Ico debía someterse a una prueba que determinase su origen real, sin lugar a dudas. Cuando llegó el día en que dicha prueba debía celebrarse Ico, junto a tres mujeres, fue conducida a una gruta, en cuya entrada se encendió una hoguera con ramas verdes. Con hojas de palmeras el humo fue obligado a introducirse en la cavidad. Si Ico no moría de asfixia sería señal de que su sangre era totalmente real.

Tiempo más tarde, tras apagar la hoguera, los nobles lanzaroteños entraron en la cueva y encontraron a las tres mujeres muertas. Detrás de ellas estaba Ico en pie, con su cuerpo ennegrecido por el humo, mirándoles retadoramente a la cara, caminando desafiante hacia ellos, saliendo ilesa a la luz rojiza del atardecer, escuchando los vítores de la asombrada multitud, abrazando a su hijo Guardafía, el nuevo rey de la isla...

Aunque pocos lo sabían, el "milagro" tenía una explicación muy simple. Antes de entrar en la gruta, una anciana, amiga de Ico, le entregó una esponja mojada en agua, aconsejándole que se la aplicase en la boca y respirase a través de ella. Así lo hizo y así salvó su vida.

Metáfora de año nuevo

1 de enero de 2009

Y para recibir el año nuevo pasamos del padre al hijo. El disco en solitario que Jakob Dylan sacó en el 2008, "Seeing Things", me encanta. Me parece uno de esos raros discos cuyo todo es mejor que la suma de sus partes, y eso que cada parte por sí misma es maravillosa. Les dejo con una que transmite muy buenas vibraciones, esperando que sea premonitoria. Y les deseo un 2009 muy "holístico". Something good this way comes.


Metáfora de año viejo

31 de diciembre de 2008

Para despedir el año e inaugurar el "nuevo" blog nada como el mejor, el número uno, el que compone, toca y canta en otra dimensión. Bob Dylan. Espero que les guste, les deseo a todos una feliz entrada de año. Y gracias por seguir pasando por aquí...

"El disco, que no había entusiasmado a Dave, me había dejado atónito, como si me hubieran disparado un dardo tranquilizante. Más tarde, en mi apartamento de la calle 4 Oeste, cuando estaba a solas, volví a poner el disco. No quería que nadie más lo escuchara.
A lo largo de las semanas siguientes, lo escuché repetidamente, una canción tras otra, sentado y mirando fijamente el tocadiscos. Siempre que lo hacía, me asaltaba la impresión de que un espectro, una aparición temible, se presentaba en la estancia. La economía de palabras de aquellas canciones era asombrosa. Johnson disimulaba la presencia de más de veinte intérpretes. Me concentré en cada canción preguntándome cómo lo hacía. Componerlas fue sin duda una labor altamente compleja. Cada tema parecía salir directamente de su boca y no de su memoria. Empecé a meditar sobre la construcción de los versos, a determinar en qué se diferenciaban de los de Woody. Las palabras me tensaban los nervios como cuerdas de piano. El significado y el sentimiento que entrañaban eran tan elementales que ofrecían una perspectiva muy profunda de la composición. No es posible analizar con detenimiento cada momento. Faltan demasiados términos y hay demasiada existencia dual. Johnson obvia tediosas descripciones en las que otros compositores de blues habrían centrado canciones enteras. No hay garantía alguna de que una sola de sus frases correspondiese a un hecho real, fuera pronunciada o siquiera imaginada antes. Cuando canta acerca de carámbanos que cuelgan de las ramas de un árbol me produce escalofríos, y cuando canta acerca de la leche que se vuelve azul siento náuseas y me pregunto cómo lo consigue. Además, todas las canciones tienen cierta resonancia extraña. Al oír una frase tan banal como "si hoy fuera Nochebuena y mañana Navidad", notaba en los huesos las sensaciones características de aquellas particulares fechas. En la Cadena de Hierro era un período claramente dickensiano, como de estampas de libro: ángeles sobre árboles de Navidad, trineos tirados por caballos sobre calles nevadas, abetos de luces brillantes, guirnaldas a la puerta de las tiendas del centro, la banda del Ejército de Salvación tocando en las esquinas, los coros de villancicos yendo de una casa a otra, chimeneas encendidas, bufandas de lana alrededor del cuello, los tañidos de las campanas. Cuando llegaba diciembre, todo se relajaba, reinaban el silencio y un espíritu retrospectivo, blanco como el espeso blanco de nieve que lo cubría todo. Siempre pensé que la Navidad era así para todos, en todas partes. No me cabía en la cabeza que pudiera dejar de serlo algún día. Johnson evocaba estas sensaciones con unas pocas pinceladas, como ninguna otra canción, ni siquiera la gran White Christmas había conseguido hacerlo".


Bob Dylan. Crónicas (Volumen I).



En construcción

29 de diciembre de 2008

Siempre he querido poner esto. Espero que esté listo para el 2009.

El origen del amor

27 de diciembre de 2008

“En primer lugar, tres eran los sexos de los hombres, no dos como ahora, masculino y femenino, sino que había además un tercero que era común a esos dos, del cual perdura aún el nombre, aunque él mismo haya desaparecido. El andrógino (hombre-mujer), en efecto, era entonces una sola cosa en cuanto a figura y nombre, que participaba de uno y otro sexo, masculino y femenino, mientras que ahora no es sino un nombre que yace en la ignominia. En segundo lugar, la figura de cada individuo era por completo esférica, con la espalda y los costados en forma de círculo; tenía cuatro brazos e igual número de piernas que de brazos, y dos rostros sobre un cuello circular, iguales en todo; y una cabeza, una sola, sobre estos dos rostros, situados en direcciones opuestas, y también cuatro orejas, dos órganos sexuales y todo lo demás según puede uno imaginarse de acuerdo con lo descrito hasta aquí. Caminaba además erecto, como ahora, en cualquiera de las dos direcciones que quisiera; mas cada vez que se lanzaba a correr rápidamente, del mismo modo que ahora los saltimbanquis dan volteretas haciendo girar sus piernas hasta alcanzar la posición vertical, avanzaba rápidamente dando vueltas, apoyándose en los ocho miembros que tenía entonces.
Eran tres los sexos y de tales características por la siguiente razón: lo masculino era en un principio descendiente del sol, lo femenino de la tierra, y lo que participaba de ambos de la luna porque también la luna participa de lo uno y de lo otro. Y precisamente eran circulares ellos mismos y su manera de avanzar por ser semejantes a sus progenitores. Eran, pues, terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron contra los dioses. Y lo que dice Homero de Oto y Esfialtes; se dice también de ellos, que intentaron ascender al cielo para atacar a los dioses. Entonces Zeus y los demás dioses deliberaron lo que debían hacer con ellos, y se encontraban ante un dilema, ya que ni podían matarlos ni hacer desaparecer su raza, fulminándolos con el rayo como a los gigantes –porque entonces desaparecerían los honores y sacrificios que los hombres les tributaban-, ni permitir que siguieran siendo altaneros. Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto -continuó-, voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número. Caminarán erectos sobre dos piernas; pero si todavía nos parece que son altaneros y que no están dispuestos a mantenerse tranquilos, de nuevo otra vez -dijo- los cortaré en dos, de suerte que avanzarán sobre una sola pierna saltando a la pata coja". Dicho esto, fue cortando a los hombres en dos, como los que cortan las yerbas y las ponen a secar o como los que cortan los huevos con crines. Y a todo aquél al que iba cortando, ordenaba a Apolo que le diera la vuelta al rostro y a la mitad del cuello en el sentido del corte, para que, al contemplar su seccionamiento, el hombre fuera más moderado, y le ordenaba también curarle lo demás. Apolo le iba dando la vuelta al rostro y, recogiendo la piel que sobraba de todas partes en lo que ahora llamamos vientre, como ocurre con las bolsas cerradas con cordel, la ataba haciendo un solo agujero en mitad del vientre, precisamente lo que llaman ombligo. En cuanto al resto de las arrugas, la mayoría las alisó, y conformó el pecho sirviéndose de un instrumento semejante al que emplean los zapateros para alisar sobre la horma las arrugas de los cueros. Mas dejó unas pocas, las que se encuentran alrededor del vientre mismo y del ombligo, para que fueran recordatorio de lo que antaño sucedió.
Así pues, una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se reunía con ella, se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola naturaleza, y morían por hambre y por su absoluta inactividad, al no querer hacer nada los unos separados de los otros. Y cada vez que moría una de las mitades y sobrevivía la otra, la que sobrevivía buscaba otra y se abrazaba a ella, ya se tropezara con la mitad de una mujer entera -lo que precisamente llamamos ahora mujer-, ya con la mitad de un hombre; y de esta manera perecían. Mas se compadeció Zeus y se ingenió otro recurso: trasladó sus órganos genitales a la parte delantera (porque hasta entonces los tenían también por fuera, y engendraban y parían no los unos en los otros, sino en la tierra, como las cigarras). Los trasladó, pues, de esta manera a su parte delantera e hizo que por medio de ellos tuviera lugar la concepción en ellos mismos, a través de lo masculino en lo femenino, a fin de que, si en el abrazo se encontraba hombre con mujer, engendraran y siguiera existiendo la especie, mientras que si se encontraba hombre con hombre, hubiera al menos plenitud del contacto, descansaran, prestaran atención a sus labores y se ocuparan de las demás cosas de la vida.
Desde hace tanto tiempo, pues, es el amor de unos a otros innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos y de curar la naturaleza humana. Cada uno de nosotros es, por tanto, una contraseña de hombre, al haber quedado seccionados, como los lenguados, en dos de uno que éramos. Por eso busca continuamente cada uno su propia contraseña. En consecuencia, cuantos hombres son sección del ser común que en aquel tiempo se llamaba andrógino, son aficionados a las mujeres, y la mayoría de los adúlteros proceden de este sexo; y, a su vez, cuantas mujeres son aficionadas a los hombres y adúlteras proceden también de este sexo. Pero cuantas mujeres son sección de mujer, no prestan mucha atención a los hombres, sino que se interesan más bien por las mujeres, y las lesbianas proceden de este sexo. En cambio, cuantos son sección de varón, persiguen a los varones, y, mientras son niños, como son rodajitas de varón, aman a los hombres y disfrutan estando acostados y abrazados con los hombres, y son éstos los mejores de los niños y muchachos, por ser los más viriles por naturaleza. Hay quienes, en cambio, afirman que son unos desvergonzados, pero se equivocan, pues no hacen esto por desvergüenza, sino por audacia, hombría y virilidad, porque desean abrazarse a lo que es semejante a ellos. Y una clarísima prueba de ello es que, cuando llegan a su completo desarrollo, los de tal naturaleza son los únicos que resultan viriles en los asuntos políticos. Y cuando se hacen hombres, aman a los muchachos y no se preocupan del matrimonio ni de la procreación de hijos por inclinación natural, sino obligados por la ley, pues les basta pasarse la vida unos con otros sin casarse. En consecuencia, la persona de tal naturaleza sin duda se hace amante de los muchachos y amigo de su amante, ya que siempre siente predilección por lo que le es connatural.
Así pues, cuando se tropiezan con aquella verdadera mitad de sí mismos, tanto el amante de los muchachos como cualquier otro, entonces sienten un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no están dispuestos, por así decirlo, a separarse unos de otros ni siquiera un instante. Y los que pasan la vida entera en mutua compañía son éstos, que ni siquiera sabrían decir lo que quieren obtener unos de otros. Nadie, en efecto, podría creer que lo que pretenden es la unión en los placeres sexuales, y que es ése precisamente el motivo por el que el uno se complace en la compañía del otro con tan gran empeño. Al contrario, el alma de cada uno es evidente que desea otra cosa que no puede decir con palabras, sino que adivina lo que desea y lo expresa enigmáticamente. Y si cuando están acostados juntos se les presentara Hefesto con sus instrumentos y les preguntara: "¿Qué es lo que deseais, hombres, obtener el uno del otro?"; y si, al no saber ellos qué contestar, les volviera a preguntar: «¿Acaso lo que anheláis es estar juntos lo más posible el uno del otro, de suerte que ni de noche ni de día os faltéis el uno al otro? Porque si es eso lo que anheláis, estoy dispuesto a fundiros y a unir vuestras naturalezas en una misma, de forma que siendo dos lleguéis a ser uno solo y, mientras viváis, como si fuerais uno solo, viváis los dos en común, y, cuando hayáis muerto, allí también, en el Hades, en lugar de dos seáis uno, muertos ambos en común. "¡Ea! mirad si es esto lo que anheláis y si os dais por satisfechos con conseguirlo". Al oír esto, sabemos que ni siquiera uno solo se negaría ni dejaría ver que desea otra cosa, sino que sencillamente creería haber escuchado lo que anhelaba desde hacía tiempo, es decir, unirse y fundirse con el amado y llegar a ser uno solo de dos que eran. Pues la causa de esto es que nuestra antigua naturaleza era ésa que se ha dicho y éramos un todo; en consecuencia, el anhelo y la persecución de ese todo recibe el nombre de amor. Antes, como digo, éramos un sólo ser, pero ahora, por la falta cometida, hemos quedado separados por la divinidad, como los arcadios por los lacedemonios. Existe, pues, el temor de que, si no somos ordenados en nuestras relaciones con los dioses, seamos de nuevo divididos y vayamos de acá para allá a la manera de los que están esculpidos de perfil en las estelas, aserrados en dos por las narices, convertidos en medias tabas.
Por eso todo hombre debe exhortar a los demás a mostrarse piadosos en todo con los dioses, a fin de que evitemos unas cosas y consigamos otras, teniendo a Eros como guía y caudillo nuestro. Que nadie obre contra él -pues obra contra él cualquiera que se enemiste con los dioses -, porque si nos hacemos amigos y nos reconciliamos con el dios, descubriremos y nos encontraremos con nuestros amados correspondientes, cosa que ahora logran sólo unos pocos. Y que no me interrumpa Erixímaco y se burle de mi discurso, pensando que me refiero a Pausanias y Agatón - pues tal vez dé la casualidad de que ellos sean de ésos y ambos varones por naturaleza - sino que, claro está, yo me estoy refiriendo a todos, hombres y mujeres, cuando digo que nuestra raza sólo podría llegar a ser feliz si lleváramos a su culminación el amor y cada uno encontrara a su propio amado, retornando a su antigua naturaleza. Y si esto es lo mejor, forzosamente, en las circunstancias actuales, lo mejor ha de ser lo que esté más cerca de ese ideal, esto es, encontrar un amado cuya naturaleza corresponda a nuestra índole. Por consiguiente, si queremos celebrar al dios causante de esto, con justicia celebraríamos a Eros, que en el presente es nuestra mayor ayuda, conduciéndonos hacia lo que nos es afín, y para el futuro nos proporciona las mayores esperanzas de que, si mostramos piedad para con los dioses, nos restablecerá en nuestra antigua naturaleza y nos curará, hasta hacernos dichosos y felices".



* Este no es exactamente el vídeo que quería que acompañase este texto, pero hasta que lo encuentre servirá. El texto ya me parece lo suficientemente hermoso...

* Actualización 30/12/2008: SuperPepe encontró el vídeo que yo recordaba vagamente en mi cabecita. Con los datos que le di les aseguro que tiene MUCHO mérito. Así que mil gracias. Y por fin lo pongo.

Casas de padres

26 de diciembre de 2008

Al llegar a la calle de mi casa-niña no había sitio dónde aparcar. Casi no encuentro un hueco en toda la manzana. Las casas del barrio de mis padres hoy ya son "casas de padres". Son casas que, recién construidas, fueron ocupadas por matrimonios jóvenes que luego tuvieron hijos y los criaron allí. Yo crecí en ella, rodeada por muchas casas como la mía, en las que vivían un montón de niños como yo. Nosotros fuimos los primeros niños del barrio. Hoy ya no vivimos en él. Las vidas de los primeros niños del barrio han tomado diferentes caminos. Pero los días que yo vuelvo a mi casa-niña, los demás también lo hacen. Y la manzana se llena de coches que tienen que aparcarse en lugares imposibles porque no hay sitio para tanto hijo. Y a mí me gusta imaginar cómo quedan vacíos los nuevos barrios de la ciudad para volver a llenar de vida las "casas de padres". Es el paso de mi tiempo atrapado en la Nochebuena del año 2008. Es una fotografía del movimiento de mi vida.

La Navidad me ha regalado esta sensación. Me gusta disfrutarla y me produce ternura.


Feliz Navidad

24 de diciembre de 2008

-¡Felices Pascuas, tío! ¡Dios os guarde! -gritó una voz alegre.

Era la voz del sobrino de Scrooge, que cayó sobre él con tal precipitación. que fue el primer aviso que tuvo de su aproximación.

-¡Bah! --dijo Scrooge-. ¡Patrañasl

Este sobrino de Scrooge se hallaba tan arrebatado a causa de la carrera a través de la bruma y de la helada, que estaba todo encendido: tenía la cara como una cereza, sus ojos chispeaban y humeaba su aliento.

-Pero tío: ¿una patraña la Navidad? -dijo el sobrino de Scrooge-. Seguramente no habéis querido decir eso.

-Sí -contestó Scrooge-. ¡Felices Pascuas! ¿Qué derecho tienes tú para estar alegre? ¿Qué razón tienes tú para estar alegre? Eres bastante pobre.

-¡Vamos! -replicó el sobrino alegremente-. ¿Y qué derecho tenéis vos para estar triste? ¿Qué razón tenéis para estar cabizbajo? Sois bastante rico.

No disponiendo Scrooge de mejor respuesta en aquel momento, dijo de nuevo: "¡Bah!" Y a continuación: "¡Patrañas!"

-No estéis enfadado, tío -dijo el sobrino.

-¿Cómo no voy a estarlo -replicó el tío- viviendo en un mundo de locos como éste? ¡Felices Pascuas! ¿Buenas Pascuas te dé Dios! ¿Qué es la Pascua de Navidad sino la época en que hay que pagar cuentas no teniendo dinero; en que te ves un año más viejo y ni una hora más rico: la época en que, hecho el balance de los libros, ves que los artículos mencionados en ellos no te han dejado la menor ganancia después de una docena de meses desaparecidos? Si estuviera en mi mano -dijo Scrooge con indignación-, a todos los idiotas que van con el ¡Felices Pascuas! en los labios los cocería en su propia substancia y los enterraría con una vara de acebo atravesándoles el corazón. !Eso es!

-¡Tío! --suplicó el sobrino.

-¡Sobrino! -repuso el tío secamente-. Celebra la Navidad a tu modo y déjame a mí celebrarla al mío.

-¡Celebrar la Navidad! -repitió el sobrino de Scrooge-. Pero vos no la celebráis.

-Déjame que no la celebre -dijo Scrooge- ¡Mucho bien puede hacerte a ti! ¡Mucho bien te ha hecho siempre!

-Hay muchas cosas que podían haberme hecho muy bien y que no he aprovechado, me atrevo a decir -replicó el sobrino-. entre ellas la Navidad. Mas estoy seguro de que siempre, al llegar esta época, he pensado en la Navidad, aparte la veneración debida a su nombre sagrado y a su origen, como en una agradable época de cariño, de perdón y de caridad; el único día, en el largo almanaque del año, en que hombres y mujeres parecen estar de acuerdo para abrir sus corazones libremente y para considerar a sus inferiores como verdaderos compañeros de viaje en el camino de la tumba y no otra raza de criaturas con destino diferente.

Así, pues, tío, aunque tal fiesta nunca ha puesto una moneda de oro o de plata en mi bolsillo, creo que me ha hecho bien y que me hará bien, y digo: ¡Bendita sea!

Canción de Navidad. Charles Dickens.

Feliz Navidad a todos. A los que la disfrutan y también a los que reniegan de ella. Que pasen unos felices días sea como sea.

El sueño de Amélie

17 de diciembre de 2008

Hoy todos los ángeles del cielo van a cuidar el sueño eterno de "mi Amélie". Llevan plumas de luna para su cama, colocan los rizos de su cabello sobre la almohada, cubren la alfombra de flores de lavanda y acercan las más brillantes estrellas a su ventana. Para que ella pueda seguir soñando preciosas vidas para nosotros. Como siempre hacía.

Las comas

11 de diciembre de 2008

<< ¿Le he contado lo de las comas? -preguntó la autora cuando empezó a sentirse más cómoda en su trato con el editor-. Aunque he aprobado la secundaria, siempre he tenido problemas con las comas. Sé que la mayoría de las frases las tienen, pero como no sabía exactamente dónde ponerlas al escribir el relato, las distribuí al azar. Al final mi hermano Barry me dijo: "¿Velma, por qué no las quitas todas hasta que sepas dónde ponerlas? ¡A lo mejor te ayuda alguien!" >>

La imagen de Velma Wallis agitando un salero lleno de comas para condimentar su relato, todavía me hace reír. Su próximo libro narrará su educación athabaskan. Para entonces a lo mejor no necesita ayuda, pero nos encantaría estar todo el día colocando comas para Wallis, con tal de tener la oportunidad de leer sus relatos...

LAEL MORGAN.
(Editor de LAS DOS ANCIANAS, de Velma Wallis).

Atea 364 días al año

8 de diciembre de 2008

Desde que recuerdo y por llamarme como me llamo me felicitan el día 8 de diciembre. Y da igual que un día de madurez yo decidiera hacerme atea para los restos, todo el mundo sigue haciéndolo. Y como que te feliciten y te regalen cosas en realidad está muy bien no voy a ser yo la que destruya una tradición tan... española:

Y como además, con esto de los regalos soy bastante facilona, me viene haciendo muchísima ilusión que tal día como hoy todos los años me regalen mi agenda Pascualina. La de hoy me ha gustado especialmente.

Pues eso. Que una vez al año no hace daño, ¿no?

Con pena y sin Gloria

27 de noviembre de 2008

llevamos ya diez años. Buscándola para los niños la encontré para mí. Ella que nos ha hablado de tantas cosas, hoy toca hablar de ella, con ella.

Autorretrato

AUTOBIOGRAFÍA

Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada
alta y algo enferma.
A los nueve años me pillóun carro
a los catorce me pilló la guerra;
a los quince se murió mi madre,
-se fue cuando más falta me hacía-.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos a por zanahorias,
y por entonces empecé con los amores
-no digo nombres-
gracias a eso, pude sobrellevar mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra para pararla,
-me detuvieron a mitad de camino-.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches y voy al campo mucho.
Todos los mios han muerto hace años
-estoy más sola que yo misma-.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.

ISLA IGNORADA

Soy como esa isla que ignorada
Late acunada por árboles jugosos
-en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de NADA,
sola solo-.
Hay aves en mi isla relucientes
Y pintadas por ángeles pintores,
Hay fieras que me miran dulcemente,
Y venenosas flores.
Hay arroyos poetas
Y voces interiores
De volcanes dormidos.

Quizá haya algún tesoro
Muy dentro de mi entraña.
¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan sólo un pequeño pedazo de carbón!
Los árboles del bosque de mi isla
Sois vosotros, mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene del mar que me rodea

A esta isla que soy, si alguien llega,
Que se encuentre con algo es mi deseo
-manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo-.
Un nombre que me sube por el alma
Y no quiere que llore mis secretos;
Y soy tierra feliz -que tengo el arte
De ser dichosa y pobre al mismo tiempo-.

Para mí es un placer ser ignorada,
Isla ignorada del océano eterno.
En el centro del mundo sin un libro,
SÉ TODO, porque vino un misionero
Y me dejó una Cruz para la vida
-para la muerte me dejó un misterio-.

___________________________________

Me dijeron:
- o te subes al carro
o tendrás que empujarlo.
Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta
y alrededor de mí,
a su debido tiempo,
brotaron las amapolas.

NACÍ PARA POETA O PARA MUERTO

Nací para poeta o para muerto,
escogí lo difícil
-supervivo de todos los naufragios-,
y sigo con mis versos,
vivita y coleando.

Nací para puta o payaso,
escogí lo difícil
-hacer reír a los clientes desahuciados-,
y sigo con mis trucos,
sacando una paloma del refajo.

Nací para nada o soldado,
y escogí lo difícil
-no ser apenas nada en el tablado-,
y sigo entre fusiles y pistolas
sin mancharme las manos.

AUNQUE NOS MURIÉRAMOS AL MORIRNOS

Aunque nos muriéramos al morirnos,
le va bien a ese trance la palabra, muerte.

Muerte es que nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.