Mi madre tiene que hablar sobre el futuro del asociacionismo, y me ha pedido que le ayude a hacer el escrito. Y me ha sorprendido descubrir en la historia reciente del asociacionismo español cómo hubo una importante crisis de tan sana y bonita costumbre con la llegada de la democracia. De repente la gente pensó que las instituciones públicas ya se encargarían de todo, y el Estado pensó que era mejor controlarlo todo desde dentro... ¿cándida inocencia producto de la ignorancia e inexperencia en democracia tras 40 años? Algo así voy a pensar. Luego poco a poco el Estado, con reservas, fue permitiendo algunas formas de asociacionismo controlado y la gente tuvo que ir recuperando y volviendo a poner de moda el tema... que había quedado desprestigiado y poco reconocido socialmente. Es curioso como ahora, en un mundo que grita la tendencia al individualismo, cada vez nos organizamos más y mejor, cada vez formamos estructuras más complejas pero también más fuertes y gritamos también que los problemas de los más débiles son los problemas de todos... y entre todos debemos luchar por solucionarlos. El futuro nos vaticina la convivencia de ambas tendencias y me pregunto sino será una expresión más de una realidad que reaparece repleta de extremos que tienen que compartir espacio, tiempo, culturas, ideologías, desarrollos tecnológicos, avances, miserias... Parece que el futuro al final nos va a dejar elegir entre sufrirlo solos o disfrutarlo acompañados.
Tres cuartos de cuartilla para Manolo: Poltergeist
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«Cuando nuestros miedos estén prácticamente serializados, nuestra
creatividad censurada, nuestras ideas comercializadas, nuestros derechos
vendidos, nuest...
Hace 1 día
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