Conversaciones ausentes

18 de abril de 2011

Existe una lengua viva y despierta,
pero callada.
Perdura velada en el grito
que tu mudez amordaza.

Existe una lengua de asfalto,
leves palabras transitan
la distancia que tu memoria renuncia.

Existe una lengua huérfana y deshabitada,
pero solemne.
Carga resignada este silencio
que a dos voces declama lamentos.

Existe una lengua transparente y pura,
pero truncada.
Que no pronuncia espacio ni tiempo
porque no piensa muerte ni olvido.

Existe una lengua
que la respiración atraviesa.

Existe una lengua
que al abandono interroga.

Existe una lengua que evoca
el tenue murmullo errante
de nuestras conversaciones ausentes.