¿Realidad vital o tragedia?

26 de abril de 2006

Alguien me encontró en esta viñeta.

Develamiento

18 de abril de 2006

[...] Todos tenemos en nuestras antípodas un ser que es exacto a nosotros y que ocupa siempre en el globo un lugar diametralmente opuesto al nuestro (si no, no sería antípoda). Me contaba mi madre que este ser anda, duerme y sufre al mismo tiempo que una porque es nuestro doble y piensa siempre lo mismo que nosotras pensamos y al mismo tiempo. Al parecer, en épocas remotas algunos aventureros viajaron en busca de su doble, pero nunca llegaron a verlo porque el doble se desplazaba al mismo tiempo que ellos para no perder su posición simétrica en el globo, pero también porque el doble había tenido la misma idea y se había puesto a viajar en busca del otro al mismo tiempo. Esta historia me hizo sentirme muy acompañada en mi infancia, pues cuando tenía miedo por las noches pensaba en mi antípoda, a la que le estaba pasando lo mismo que a mí y tenía la impresión de que nos mandábamos ánimos de un extremo a otro de la tierra. A veces, por crueldad, me pinchaba con una aguja un dedo para fastidiarla, pero es que ella hacía cosas que tampoco estaban bien, como un día que se rompió un vestido nuevo por no llevar cuidado con unos alambres y a mí me costó estar castigada cinco días sin salir. A mi antípoda, al principio, la llamaba Florita, pero luego me pareció un nombre un poco cursi y comencé a llamarla Elena (no sé cómo me llamaría ella a mí). Por eso a mi hija mayor le puse ese nombre, que no ha llevado ninguna otra mujer de la familia. Recuerdo que mi marido y mi madre y todo el mundo me preguntaron el porqué de esa decisión, pero yo nunca he confesado a nadie que ése era el nombre de mi antípoda.
Algunas tardes, cuando comprendo que estoy bebiendo más coñá de la cuenta, pienso que a lo mejor es cosa de mi antípoda, de Elena, que se ha alcoholizado por no saber hacer frente a los momentos difíciles de la vida, como este de la soledad que nos ha tocado vivir a las dos en la vejez. Me da pena porque se está destruyendo, aunque a lo mejor en una de estas se suicida y me hace descansar a mí también.
La soledad era esto. Juan José Millás

Inciso: doble acepción

16 de abril de 2006

Elenita, o poco te conozco o te va a encantar Volver.

Muac, muac, muac.

FdC II: Tren de Sombras

14 de abril de 2006

Durante algunos años tuve la constumbre de guardar todas las entradas de cine, y en el reverso anotaba la fecha, el nombre de la película y con quién había ido a verla.


Casi ocho años separan a estas dos entradas.

Este año en el festival de cine pusieron "Tren de Sombras", de José Luis Guerín, 1996. Creo que puedo atreverme a afirmar que es una de mis películas favoritas. Desde mi punto de vista logró hacer auténtica poesía con el cine.

José Luis Guerín vino al festival. Días antes de que tuviera que presentar su película antes de la proyección a la que yo asistí ya podía vérsele disfrutando del festival como un espectador más. Con una mezcla de despiste y ensimismamiento se paseaba por el cine y sus alrededores. Quizás el día que lo vi con una bolsa de Adolfo Domínguez perdió algo de ese aire bohemio, pero bueno, es algo puramente anecdótico que no viene al caso.

La cuestión es que yo tenía ganas de hablarle, de decirle que me encantaba Tren de Sombras, y que estaba emocionada de volver a verla ocho años después. Pero mi timidez me frenaba siempre, y no era capaz de abordarlo, siempre pensaba que habría mejor ocasión: "mañana", me repetía a mi misma. Una noche en mi casa tomé la determinación de hacerlo. Además decidí que llevaría mis dos entradas y que le pediría que me las firmase, pues por alguna razón me hacía ilusión, y era una forma de empezar la conversación... Metí mis dos entradas en la cartera y me dirigí un día más hacia el festival. Esta vez con la firmeza y la determinación de quien tiene una importante misión que cumplir.

... ya no pude encontrarlo. Supongo que ese mismo día se habría marchado. El caso es que no volví a verlo. Me parecía inexplicable, cómo no se quedó hasta la clausura... qué hacía yo ahora con mi determinación y mi descarado atrevimiento... Ahora tengo mis dos entradas guardadas en la cartera... por si algún día me vuelvo a encontrar con José Luis Guerín.

De su paso por el festival de momento tengo que quedarme con su intervención en el acto de presentación de la película.

Además de explicar como "inventó" la película manifestó su disconformidad con que la hubieran incluido en la sección "no ficción":

"Es una película impar, a mí las películas pares me salen documentales y las películas impares me salen de ficción. Puesto que esta es una película impar... es claramente de ficción".

Maravillosa ficción.


FdC I: M, el vampiro de Dusseldorf

13 de abril de 2006

Realmente la sección oficial del festival no suele ser en la que más interés concentro. Sin embargo, en el resto de secciones siempre encuentro alguna joya imprescindible para mí.


"Espera sólo un ratito,
de negro el monstruo vendrá

sólo con su cuchillito,
a ti te rebanará"

Así empieza uno de mis grandes descubrimientos de este año: "M, el vampiro de Dusseldorf", de Fritz Lang, 1931. No la había visto y está en DVD una edición de coleccionista (la versión restaurada y casi completa, siguen inéditos unos minutos). Va directa a mi lista de próximas nuevas adquisiciones. Si no la han visto, no se la pierdan.

Además, les dejo aquí la famosa melodía en la que se basa el silbido del terrible Hans Beckert (Peter Lorre).


Mi festival

El Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria no es el mejor festival del mundo... ni de los mejores. Supongo que se puede considerar un festival joven (7 ediciones) pero también supongo que su calidad, su notoriedad, su importancia y relevancia dentro del mundo del cine dependerán mucho de la profesionalidad, el empeño, la sagacidad y la capacidad de innovación y personalidad que sus responsables y organizadores sean capaces de otorgarle.

En cualquier caso es el único festival de cine que yo he vivido, que conozco y que tengo la oportunidad de asistir y disfrutar. Y es el festival de cine de mi ciudad, así que, aspectos mejorables a un lado, es el festival al que yo quiero y adoro, que no me lo quiten...

¿Qué hay de nuevo viejos?

12 de abril de 2006

Ya estoy aquí... he vuelto.

Tuve dos semanas locas antes de la Semana Santa y he necesitado unos días para recuperarme. Pero ya tengo las pilas cargadas (y como no soy católica no las gastaré en procesiones).

Tengo algunas crónicas que contar, pero iré poco a poco.

Tengan paciencia. Hoy, como se me ha hecho un poco tarde me voy a dormir. Gracias a los que me han echado de menos.

¡Hasta pronto amigos!