Horror en el hipermercado

28 de enero de 2009

Hoy he visto a una madre desesperada porque no conseguía que su hijita dejara la chupa. Acto seguido he visto a otra que le ha facilitado un remedio infalible, el que ella utilizó en su día.

"Yo le conté que el perro la había estado chupeteando, que luego a su prima se le había caído a la taza del váter y que por fin la había encontrado en una de las macetas del balcón. Luego le pregunté si la quería. La miró con cara de asco y me dijo que no. "

"La chupa inmunda". Mano de santo. No hay pediatra ni psicólogo infantil que mejore eso. Para que luego digan de la sabiduría popular.

Ya veremos qué hacen los psicoanalistas, psiquiatras y psicólogos clínicos cuando esa niña un día se pregunte por qué su madre le ofreció ESA chupa.

Yo sólo quería comprar un poco de embutido. La charcutera era la creadora del método.

Emigrada

26 de enero de 2009

Nunca había leído nada de Milan Kundera. Y después de escuchar de todo acerca de él y su obra he decidido darle una oportunidad. El que estoy leyendo no es uno de sus libros más celebrados, pero estaba en casa de mis padres y me vale para formarme una primera impresión.

Mi Ella siempre ha dicho que lo peor que le puede pasar a una persona, después de la muerte de un ser querido, es perder su casa. Tener que emigrar es, en un sentido amplio, perder tu casa.

Más adelante, en una conversación con una amiga polaca también emigrada, Irena comprendió que todos los emigrados tenían esos sueños, todos sin excepción; al comienzo le conmovió esa fraternidad nocturna entre personas que no se conocían, pero después se molestó un poco: ¿cómo puede ser vivida colectivamente la experiencia íntima de un sueño?, ¿dónde está, pues, su alma única? Pero por qué hacerse preguntas sin respuesta. De una cosa estaba segura: miles de emigrantes soñaban, a lo largo de la misma noche y con incontables variantes, el mismo sueño. El sueño de la emigración: uno de los fenómenos más extraños de la segunda mitad del siglo XX.
Esos sueños-pesadilla le parecían más misteriosos porque, al mismo tiempo, ella sufría de una indomable nostalgia y vivía otra experiencia del todo contraria: durante el día se le aparecían dos paisajes de su país. No, no se trataba de una ensoñación, larga y consciente, voluntaria, sino de otra cosa: en cualquier momento, brusca y rápidamente, se encendían en su cabeza apariciones de paisajes para esfumarse poco después. Mientras hablaba con su jefe, veía de pronto, como en un relámpago, un camino que surcaba un campo. Entre los empujones de un vagón de metro, en una fracción de segundo surgía de repente ante ella un pequeño paseo de un barrio arbolado de Praga. Estas imágenes fugaces la visitaban durante todo el día para paliar la falta de su Bohemia perdida.
El mismo cineasta del subconsciente que, de día, le enviaba instantáneas del paisaje natal cual imágenes de felicidad, proyectaba de noche aterradores regresos a ese mismo país. El día se iluminaba con la belleza del país abandonado; la noche, con el horror a regresar. El día le mostraba el paraíso perdido; la noche, el infierno del que había huido.
La Ignorancia. Milan Kundera.

Esperanza

20 de enero de 2009


Foto publicada en ELPAÍS.com
Del día de hoy me quedo con esta foto. Gran parte del mundo ha puesto en manos de Obama su Caja de Pandora. Esperemos que de verdad sepa cuidar de algo tan frágil.

Lanzarote

13 de enero de 2009

Todos los cambios radicales que le he dado a mi vida han sido producto de impulsos, de decisiones espontáneas que han aparecido en mi mente casi por sorpresa. Y hasta ahora en todas subyacía el simple deseo de enriquecimiento personal. Excepto la última. Mi exilio se lo debo a otro tipo de motivaciones menos "placenteras"... en principio. Salvo muchísimas vacaciones de verano en esta isla cuando era pequeña, nada me unía a Lanzarote. Para mí sólo era una isla "menor" que jamás podría aportarme más que unos días de descanso, playa y bonitos paisajes. Hasta ahora. Porque un día decidí que no se puede desear no estar en el sitio donde cierras los ojos cada noche y los vuelves a abrir cada mañana. Porque cuando estamos dispuestos a disfrutar un lugar éste termina regalándonos el tesoro que nos guardaba y que lo trasciende.

Y en agradecimiento a Lanzarote y sus (mis) tesoros traigo una de sus leyendas.

LA MAGIA DE ICO

Martín Ruiz Avendaño, en su barco, fue llevado por un temporal a Lanzarote, en el siglo XIV. Tuvo la suerte de ser bien acogido por Zonzamas, el gran rey de esta isla, y vivió en ella cierto tiempo, agradablemente sorprendido por la hospitalidad de aquella gente. A decir verdad, otra razón le detuvo también, se trataba de Fayna, la reina, una mujer de espléndida belleza que cautivó de inmediato al capitán vizcaíno. A los nueve meses de la llegada del marino, Fayna tuvo una preciosa niña a quien puso por nombre Ico. El hecho de que la niña fuese rubia y de piel blanquísima dió lugar a que muchos pensasen que había nacido como fruto de los amores de la reina y el extranjero. Al poco tiempo, Martín Ruiz de Avendaño partió nuevamente en su barco y nunca más se supo de él.

Cuando Zonzamas murió, le sucedió su hijo primogénito, Tiguafaya. Sin embargo, poco después, el nuevo rey fue hecho prisionero por unos piratas españoles, siendo vendido como esclavo junto a su mujer y a setenta lanzaroteños más.

De esta manera, Guanarteme, otro hijo de Zonzamas, se convirtió en el jefe supremo de la isla. Este nuevo rey se había casado con su bella hermana Ico, costumbre muy enraizada en los aborígenes de algunas de las islas del archipiélago. Tampoco duró mucho este monarca, dado que murió en uno de los ataques que los mercaderes de esclavos hicieron a Lanzarote.

Guanarteme e Ico habían tenido un hijo que se llamó Guardafía, el cual iba a ser nombrado nuevo rey de la isla, sin embargo, un pariente suyo llamado Atchen, poderoso gobernador de una zona de Lanzarote, reivindicó la monarquía para su persona. Alegaba Atchen que Ico no era hija de Zonzamas, sino de un español y que su hijo no era descendiente directo de Zonzamas. Por lo tanto, según él, no le correspondía ser rey.

Se reunió el consejo de nobles y decidió que Ico debía someterse a una prueba que determinase su origen real, sin lugar a dudas. Cuando llegó el día en que dicha prueba debía celebrarse Ico, junto a tres mujeres, fue conducida a una gruta, en cuya entrada se encendió una hoguera con ramas verdes. Con hojas de palmeras el humo fue obligado a introducirse en la cavidad. Si Ico no moría de asfixia sería señal de que su sangre era totalmente real.

Tiempo más tarde, tras apagar la hoguera, los nobles lanzaroteños entraron en la cueva y encontraron a las tres mujeres muertas. Detrás de ellas estaba Ico en pie, con su cuerpo ennegrecido por el humo, mirándoles retadoramente a la cara, caminando desafiante hacia ellos, saliendo ilesa a la luz rojiza del atardecer, escuchando los vítores de la asombrada multitud, abrazando a su hijo Guardafía, el nuevo rey de la isla...

Aunque pocos lo sabían, el "milagro" tenía una explicación muy simple. Antes de entrar en la gruta, una anciana, amiga de Ico, le entregó una esponja mojada en agua, aconsejándole que se la aplicase en la boca y respirase a través de ella. Así lo hizo y así salvó su vida.

Metáfora de año nuevo

1 de enero de 2009

Y para recibir el año nuevo pasamos del padre al hijo. El disco en solitario que Jakob Dylan sacó en el 2008, "Seeing Things", me encanta. Me parece uno de esos raros discos cuyo todo es mejor que la suma de sus partes, y eso que cada parte por sí misma es maravillosa. Les dejo con una que transmite muy buenas vibraciones, esperando que sea premonitoria. Y les deseo un 2009 muy "holístico". Something good this way comes.