Metáfora de año viejo

31 de diciembre de 2008

Para despedir el año e inaugurar el "nuevo" blog nada como el mejor, el número uno, el que compone, toca y canta en otra dimensión. Bob Dylan. Espero que les guste, les deseo a todos una feliz entrada de año. Y gracias por seguir pasando por aquí...

"El disco, que no había entusiasmado a Dave, me había dejado atónito, como si me hubieran disparado un dardo tranquilizante. Más tarde, en mi apartamento de la calle 4 Oeste, cuando estaba a solas, volví a poner el disco. No quería que nadie más lo escuchara.
A lo largo de las semanas siguientes, lo escuché repetidamente, una canción tras otra, sentado y mirando fijamente el tocadiscos. Siempre que lo hacía, me asaltaba la impresión de que un espectro, una aparición temible, se presentaba en la estancia. La economía de palabras de aquellas canciones era asombrosa. Johnson disimulaba la presencia de más de veinte intérpretes. Me concentré en cada canción preguntándome cómo lo hacía. Componerlas fue sin duda una labor altamente compleja. Cada tema parecía salir directamente de su boca y no de su memoria. Empecé a meditar sobre la construcción de los versos, a determinar en qué se diferenciaban de los de Woody. Las palabras me tensaban los nervios como cuerdas de piano. El significado y el sentimiento que entrañaban eran tan elementales que ofrecían una perspectiva muy profunda de la composición. No es posible analizar con detenimiento cada momento. Faltan demasiados términos y hay demasiada existencia dual. Johnson obvia tediosas descripciones en las que otros compositores de blues habrían centrado canciones enteras. No hay garantía alguna de que una sola de sus frases correspondiese a un hecho real, fuera pronunciada o siquiera imaginada antes. Cuando canta acerca de carámbanos que cuelgan de las ramas de un árbol me produce escalofríos, y cuando canta acerca de la leche que se vuelve azul siento náuseas y me pregunto cómo lo consigue. Además, todas las canciones tienen cierta resonancia extraña. Al oír una frase tan banal como "si hoy fuera Nochebuena y mañana Navidad", notaba en los huesos las sensaciones características de aquellas particulares fechas. En la Cadena de Hierro era un período claramente dickensiano, como de estampas de libro: ángeles sobre árboles de Navidad, trineos tirados por caballos sobre calles nevadas, abetos de luces brillantes, guirnaldas a la puerta de las tiendas del centro, la banda del Ejército de Salvación tocando en las esquinas, los coros de villancicos yendo de una casa a otra, chimeneas encendidas, bufandas de lana alrededor del cuello, los tañidos de las campanas. Cuando llegaba diciembre, todo se relajaba, reinaban el silencio y un espíritu retrospectivo, blanco como el espeso blanco de nieve que lo cubría todo. Siempre pensé que la Navidad era así para todos, en todas partes. No me cabía en la cabeza que pudiera dejar de serlo algún día. Johnson evocaba estas sensaciones con unas pocas pinceladas, como ninguna otra canción, ni siquiera la gran White Christmas había conseguido hacerlo".


Bob Dylan. Crónicas (Volumen I).



En construcción

29 de diciembre de 2008

Siempre he querido poner esto. Espero que esté listo para el 2009.

El origen del amor

27 de diciembre de 2008

“En primer lugar, tres eran los sexos de los hombres, no dos como ahora, masculino y femenino, sino que había además un tercero que era común a esos dos, del cual perdura aún el nombre, aunque él mismo haya desaparecido. El andrógino (hombre-mujer), en efecto, era entonces una sola cosa en cuanto a figura y nombre, que participaba de uno y otro sexo, masculino y femenino, mientras que ahora no es sino un nombre que yace en la ignominia. En segundo lugar, la figura de cada individuo era por completo esférica, con la espalda y los costados en forma de círculo; tenía cuatro brazos e igual número de piernas que de brazos, y dos rostros sobre un cuello circular, iguales en todo; y una cabeza, una sola, sobre estos dos rostros, situados en direcciones opuestas, y también cuatro orejas, dos órganos sexuales y todo lo demás según puede uno imaginarse de acuerdo con lo descrito hasta aquí. Caminaba además erecto, como ahora, en cualquiera de las dos direcciones que quisiera; mas cada vez que se lanzaba a correr rápidamente, del mismo modo que ahora los saltimbanquis dan volteretas haciendo girar sus piernas hasta alcanzar la posición vertical, avanzaba rápidamente dando vueltas, apoyándose en los ocho miembros que tenía entonces.
Eran tres los sexos y de tales características por la siguiente razón: lo masculino era en un principio descendiente del sol, lo femenino de la tierra, y lo que participaba de ambos de la luna porque también la luna participa de lo uno y de lo otro. Y precisamente eran circulares ellos mismos y su manera de avanzar por ser semejantes a sus progenitores. Eran, pues, terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron contra los dioses. Y lo que dice Homero de Oto y Esfialtes; se dice también de ellos, que intentaron ascender al cielo para atacar a los dioses. Entonces Zeus y los demás dioses deliberaron lo que debían hacer con ellos, y se encontraban ante un dilema, ya que ni podían matarlos ni hacer desaparecer su raza, fulminándolos con el rayo como a los gigantes –porque entonces desaparecerían los honores y sacrificios que los hombres les tributaban-, ni permitir que siguieran siendo altaneros. Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto -continuó-, voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número. Caminarán erectos sobre dos piernas; pero si todavía nos parece que son altaneros y que no están dispuestos a mantenerse tranquilos, de nuevo otra vez -dijo- los cortaré en dos, de suerte que avanzarán sobre una sola pierna saltando a la pata coja". Dicho esto, fue cortando a los hombres en dos, como los que cortan las yerbas y las ponen a secar o como los que cortan los huevos con crines. Y a todo aquél al que iba cortando, ordenaba a Apolo que le diera la vuelta al rostro y a la mitad del cuello en el sentido del corte, para que, al contemplar su seccionamiento, el hombre fuera más moderado, y le ordenaba también curarle lo demás. Apolo le iba dando la vuelta al rostro y, recogiendo la piel que sobraba de todas partes en lo que ahora llamamos vientre, como ocurre con las bolsas cerradas con cordel, la ataba haciendo un solo agujero en mitad del vientre, precisamente lo que llaman ombligo. En cuanto al resto de las arrugas, la mayoría las alisó, y conformó el pecho sirviéndose de un instrumento semejante al que emplean los zapateros para alisar sobre la horma las arrugas de los cueros. Mas dejó unas pocas, las que se encuentran alrededor del vientre mismo y del ombligo, para que fueran recordatorio de lo que antaño sucedió.
Así pues, una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se reunía con ella, se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola naturaleza, y morían por hambre y por su absoluta inactividad, al no querer hacer nada los unos separados de los otros. Y cada vez que moría una de las mitades y sobrevivía la otra, la que sobrevivía buscaba otra y se abrazaba a ella, ya se tropezara con la mitad de una mujer entera -lo que precisamente llamamos ahora mujer-, ya con la mitad de un hombre; y de esta manera perecían. Mas se compadeció Zeus y se ingenió otro recurso: trasladó sus órganos genitales a la parte delantera (porque hasta entonces los tenían también por fuera, y engendraban y parían no los unos en los otros, sino en la tierra, como las cigarras). Los trasladó, pues, de esta manera a su parte delantera e hizo que por medio de ellos tuviera lugar la concepción en ellos mismos, a través de lo masculino en lo femenino, a fin de que, si en el abrazo se encontraba hombre con mujer, engendraran y siguiera existiendo la especie, mientras que si se encontraba hombre con hombre, hubiera al menos plenitud del contacto, descansaran, prestaran atención a sus labores y se ocuparan de las demás cosas de la vida.
Desde hace tanto tiempo, pues, es el amor de unos a otros innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos y de curar la naturaleza humana. Cada uno de nosotros es, por tanto, una contraseña de hombre, al haber quedado seccionados, como los lenguados, en dos de uno que éramos. Por eso busca continuamente cada uno su propia contraseña. En consecuencia, cuantos hombres son sección del ser común que en aquel tiempo se llamaba andrógino, son aficionados a las mujeres, y la mayoría de los adúlteros proceden de este sexo; y, a su vez, cuantas mujeres son aficionadas a los hombres y adúlteras proceden también de este sexo. Pero cuantas mujeres son sección de mujer, no prestan mucha atención a los hombres, sino que se interesan más bien por las mujeres, y las lesbianas proceden de este sexo. En cambio, cuantos son sección de varón, persiguen a los varones, y, mientras son niños, como son rodajitas de varón, aman a los hombres y disfrutan estando acostados y abrazados con los hombres, y son éstos los mejores de los niños y muchachos, por ser los más viriles por naturaleza. Hay quienes, en cambio, afirman que son unos desvergonzados, pero se equivocan, pues no hacen esto por desvergüenza, sino por audacia, hombría y virilidad, porque desean abrazarse a lo que es semejante a ellos. Y una clarísima prueba de ello es que, cuando llegan a su completo desarrollo, los de tal naturaleza son los únicos que resultan viriles en los asuntos políticos. Y cuando se hacen hombres, aman a los muchachos y no se preocupan del matrimonio ni de la procreación de hijos por inclinación natural, sino obligados por la ley, pues les basta pasarse la vida unos con otros sin casarse. En consecuencia, la persona de tal naturaleza sin duda se hace amante de los muchachos y amigo de su amante, ya que siempre siente predilección por lo que le es connatural.
Así pues, cuando se tropiezan con aquella verdadera mitad de sí mismos, tanto el amante de los muchachos como cualquier otro, entonces sienten un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no están dispuestos, por así decirlo, a separarse unos de otros ni siquiera un instante. Y los que pasan la vida entera en mutua compañía son éstos, que ni siquiera sabrían decir lo que quieren obtener unos de otros. Nadie, en efecto, podría creer que lo que pretenden es la unión en los placeres sexuales, y que es ése precisamente el motivo por el que el uno se complace en la compañía del otro con tan gran empeño. Al contrario, el alma de cada uno es evidente que desea otra cosa que no puede decir con palabras, sino que adivina lo que desea y lo expresa enigmáticamente. Y si cuando están acostados juntos se les presentara Hefesto con sus instrumentos y les preguntara: "¿Qué es lo que deseais, hombres, obtener el uno del otro?"; y si, al no saber ellos qué contestar, les volviera a preguntar: «¿Acaso lo que anheláis es estar juntos lo más posible el uno del otro, de suerte que ni de noche ni de día os faltéis el uno al otro? Porque si es eso lo que anheláis, estoy dispuesto a fundiros y a unir vuestras naturalezas en una misma, de forma que siendo dos lleguéis a ser uno solo y, mientras viváis, como si fuerais uno solo, viváis los dos en común, y, cuando hayáis muerto, allí también, en el Hades, en lugar de dos seáis uno, muertos ambos en común. "¡Ea! mirad si es esto lo que anheláis y si os dais por satisfechos con conseguirlo". Al oír esto, sabemos que ni siquiera uno solo se negaría ni dejaría ver que desea otra cosa, sino que sencillamente creería haber escuchado lo que anhelaba desde hacía tiempo, es decir, unirse y fundirse con el amado y llegar a ser uno solo de dos que eran. Pues la causa de esto es que nuestra antigua naturaleza era ésa que se ha dicho y éramos un todo; en consecuencia, el anhelo y la persecución de ese todo recibe el nombre de amor. Antes, como digo, éramos un sólo ser, pero ahora, por la falta cometida, hemos quedado separados por la divinidad, como los arcadios por los lacedemonios. Existe, pues, el temor de que, si no somos ordenados en nuestras relaciones con los dioses, seamos de nuevo divididos y vayamos de acá para allá a la manera de los que están esculpidos de perfil en las estelas, aserrados en dos por las narices, convertidos en medias tabas.
Por eso todo hombre debe exhortar a los demás a mostrarse piadosos en todo con los dioses, a fin de que evitemos unas cosas y consigamos otras, teniendo a Eros como guía y caudillo nuestro. Que nadie obre contra él -pues obra contra él cualquiera que se enemiste con los dioses -, porque si nos hacemos amigos y nos reconciliamos con el dios, descubriremos y nos encontraremos con nuestros amados correspondientes, cosa que ahora logran sólo unos pocos. Y que no me interrumpa Erixímaco y se burle de mi discurso, pensando que me refiero a Pausanias y Agatón - pues tal vez dé la casualidad de que ellos sean de ésos y ambos varones por naturaleza - sino que, claro está, yo me estoy refiriendo a todos, hombres y mujeres, cuando digo que nuestra raza sólo podría llegar a ser feliz si lleváramos a su culminación el amor y cada uno encontrara a su propio amado, retornando a su antigua naturaleza. Y si esto es lo mejor, forzosamente, en las circunstancias actuales, lo mejor ha de ser lo que esté más cerca de ese ideal, esto es, encontrar un amado cuya naturaleza corresponda a nuestra índole. Por consiguiente, si queremos celebrar al dios causante de esto, con justicia celebraríamos a Eros, que en el presente es nuestra mayor ayuda, conduciéndonos hacia lo que nos es afín, y para el futuro nos proporciona las mayores esperanzas de que, si mostramos piedad para con los dioses, nos restablecerá en nuestra antigua naturaleza y nos curará, hasta hacernos dichosos y felices".



* Este no es exactamente el vídeo que quería que acompañase este texto, pero hasta que lo encuentre servirá. El texto ya me parece lo suficientemente hermoso...

* Actualización 30/12/2008: SuperPepe encontró el vídeo que yo recordaba vagamente en mi cabecita. Con los datos que le di les aseguro que tiene MUCHO mérito. Así que mil gracias. Y por fin lo pongo.

Casas de padres

26 de diciembre de 2008

Al llegar a la calle de mi casa-niña no había sitio dónde aparcar. Casi no encuentro un hueco en toda la manzana. Las casas del barrio de mis padres hoy ya son "casas de padres". Son casas que, recién construidas, fueron ocupadas por matrimonios jóvenes que luego tuvieron hijos y los criaron allí. Yo crecí en ella, rodeada por muchas casas como la mía, en las que vivían un montón de niños como yo. Nosotros fuimos los primeros niños del barrio. Hoy ya no vivimos en él. Las vidas de los primeros niños del barrio han tomado diferentes caminos. Pero los días que yo vuelvo a mi casa-niña, los demás también lo hacen. Y la manzana se llena de coches que tienen que aparcarse en lugares imposibles porque no hay sitio para tanto hijo. Y a mí me gusta imaginar cómo quedan vacíos los nuevos barrios de la ciudad para volver a llenar de vida las "casas de padres". Es el paso de mi tiempo atrapado en la Nochebuena del año 2008. Es una fotografía del movimiento de mi vida.

La Navidad me ha regalado esta sensación. Me gusta disfrutarla y me produce ternura.


Feliz Navidad

24 de diciembre de 2008

-¡Felices Pascuas, tío! ¡Dios os guarde! -gritó una voz alegre.

Era la voz del sobrino de Scrooge, que cayó sobre él con tal precipitación. que fue el primer aviso que tuvo de su aproximación.

-¡Bah! --dijo Scrooge-. ¡Patrañasl

Este sobrino de Scrooge se hallaba tan arrebatado a causa de la carrera a través de la bruma y de la helada, que estaba todo encendido: tenía la cara como una cereza, sus ojos chispeaban y humeaba su aliento.

-Pero tío: ¿una patraña la Navidad? -dijo el sobrino de Scrooge-. Seguramente no habéis querido decir eso.

-Sí -contestó Scrooge-. ¡Felices Pascuas! ¿Qué derecho tienes tú para estar alegre? ¿Qué razón tienes tú para estar alegre? Eres bastante pobre.

-¡Vamos! -replicó el sobrino alegremente-. ¿Y qué derecho tenéis vos para estar triste? ¿Qué razón tenéis para estar cabizbajo? Sois bastante rico.

No disponiendo Scrooge de mejor respuesta en aquel momento, dijo de nuevo: "¡Bah!" Y a continuación: "¡Patrañas!"

-No estéis enfadado, tío -dijo el sobrino.

-¿Cómo no voy a estarlo -replicó el tío- viviendo en un mundo de locos como éste? ¡Felices Pascuas! ¿Buenas Pascuas te dé Dios! ¿Qué es la Pascua de Navidad sino la época en que hay que pagar cuentas no teniendo dinero; en que te ves un año más viejo y ni una hora más rico: la época en que, hecho el balance de los libros, ves que los artículos mencionados en ellos no te han dejado la menor ganancia después de una docena de meses desaparecidos? Si estuviera en mi mano -dijo Scrooge con indignación-, a todos los idiotas que van con el ¡Felices Pascuas! en los labios los cocería en su propia substancia y los enterraría con una vara de acebo atravesándoles el corazón. !Eso es!

-¡Tío! --suplicó el sobrino.

-¡Sobrino! -repuso el tío secamente-. Celebra la Navidad a tu modo y déjame a mí celebrarla al mío.

-¡Celebrar la Navidad! -repitió el sobrino de Scrooge-. Pero vos no la celebráis.

-Déjame que no la celebre -dijo Scrooge- ¡Mucho bien puede hacerte a ti! ¡Mucho bien te ha hecho siempre!

-Hay muchas cosas que podían haberme hecho muy bien y que no he aprovechado, me atrevo a decir -replicó el sobrino-. entre ellas la Navidad. Mas estoy seguro de que siempre, al llegar esta época, he pensado en la Navidad, aparte la veneración debida a su nombre sagrado y a su origen, como en una agradable época de cariño, de perdón y de caridad; el único día, en el largo almanaque del año, en que hombres y mujeres parecen estar de acuerdo para abrir sus corazones libremente y para considerar a sus inferiores como verdaderos compañeros de viaje en el camino de la tumba y no otra raza de criaturas con destino diferente.

Así, pues, tío, aunque tal fiesta nunca ha puesto una moneda de oro o de plata en mi bolsillo, creo que me ha hecho bien y que me hará bien, y digo: ¡Bendita sea!

Canción de Navidad. Charles Dickens.

Feliz Navidad a todos. A los que la disfrutan y también a los que reniegan de ella. Que pasen unos felices días sea como sea.

El sueño de Amélie

17 de diciembre de 2008

Hoy todos los ángeles del cielo van a cuidar el sueño eterno de "mi Amélie". Llevan plumas de luna para su cama, colocan los rizos de su cabello sobre la almohada, cubren la alfombra de flores de lavanda y acercan las más brillantes estrellas a su ventana. Para que ella pueda seguir soñando preciosas vidas para nosotros. Como siempre hacía.

Las comas

11 de diciembre de 2008

<< ¿Le he contado lo de las comas? -preguntó la autora cuando empezó a sentirse más cómoda en su trato con el editor-. Aunque he aprobado la secundaria, siempre he tenido problemas con las comas. Sé que la mayoría de las frases las tienen, pero como no sabía exactamente dónde ponerlas al escribir el relato, las distribuí al azar. Al final mi hermano Barry me dijo: "¿Velma, por qué no las quitas todas hasta que sepas dónde ponerlas? ¡A lo mejor te ayuda alguien!" >>

La imagen de Velma Wallis agitando un salero lleno de comas para condimentar su relato, todavía me hace reír. Su próximo libro narrará su educación athabaskan. Para entonces a lo mejor no necesita ayuda, pero nos encantaría estar todo el día colocando comas para Wallis, con tal de tener la oportunidad de leer sus relatos...

LAEL MORGAN.
(Editor de LAS DOS ANCIANAS, de Velma Wallis).

Atea 364 días al año

8 de diciembre de 2008

Desde que recuerdo y por llamarme como me llamo me felicitan el día 8 de diciembre. Y da igual que un día de madurez yo decidiera hacerme atea para los restos, todo el mundo sigue haciéndolo. Y como que te feliciten y te regalen cosas en realidad está muy bien no voy a ser yo la que destruya una tradición tan... española:

Y como además, con esto de los regalos soy bastante facilona, me viene haciendo muchísima ilusión que tal día como hoy todos los años me regalen mi agenda Pascualina. La de hoy me ha gustado especialmente.

Pues eso. Que una vez al año no hace daño, ¿no?

Con pena y sin Gloria

27 de noviembre de 2008

llevamos ya diez años. Buscándola para los niños la encontré para mí. Ella que nos ha hablado de tantas cosas, hoy toca hablar de ella, con ella.

Autorretrato

AUTOBIOGRAFÍA

Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada
alta y algo enferma.
A los nueve años me pillóun carro
a los catorce me pilló la guerra;
a los quince se murió mi madre,
-se fue cuando más falta me hacía-.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos a por zanahorias,
y por entonces empecé con los amores
-no digo nombres-
gracias a eso, pude sobrellevar mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra para pararla,
-me detuvieron a mitad de camino-.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches y voy al campo mucho.
Todos los mios han muerto hace años
-estoy más sola que yo misma-.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.

ISLA IGNORADA

Soy como esa isla que ignorada
Late acunada por árboles jugosos
-en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de NADA,
sola solo-.
Hay aves en mi isla relucientes
Y pintadas por ángeles pintores,
Hay fieras que me miran dulcemente,
Y venenosas flores.
Hay arroyos poetas
Y voces interiores
De volcanes dormidos.

Quizá haya algún tesoro
Muy dentro de mi entraña.
¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan sólo un pequeño pedazo de carbón!
Los árboles del bosque de mi isla
Sois vosotros, mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene del mar que me rodea

A esta isla que soy, si alguien llega,
Que se encuentre con algo es mi deseo
-manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo-.
Un nombre que me sube por el alma
Y no quiere que llore mis secretos;
Y soy tierra feliz -que tengo el arte
De ser dichosa y pobre al mismo tiempo-.

Para mí es un placer ser ignorada,
Isla ignorada del océano eterno.
En el centro del mundo sin un libro,
SÉ TODO, porque vino un misionero
Y me dejó una Cruz para la vida
-para la muerte me dejó un misterio-.

___________________________________

Me dijeron:
- o te subes al carro
o tendrás que empujarlo.
Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta
y alrededor de mí,
a su debido tiempo,
brotaron las amapolas.

NACÍ PARA POETA O PARA MUERTO

Nací para poeta o para muerto,
escogí lo difícil
-supervivo de todos los naufragios-,
y sigo con mis versos,
vivita y coleando.

Nací para puta o payaso,
escogí lo difícil
-hacer reír a los clientes desahuciados-,
y sigo con mis trucos,
sacando una paloma del refajo.

Nací para nada o soldado,
y escogí lo difícil
-no ser apenas nada en el tablado-,
y sigo entre fusiles y pistolas
sin mancharme las manos.

AUNQUE NOS MURIÉRAMOS AL MORIRNOS

Aunque nos muriéramos al morirnos,
le va bien a ese trance la palabra, muerte.

Muerte es que nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.

Sombra y silencio

24 de noviembre de 2008

"Leemos para saber que no estamos solos"
Tierras de penumbra

¿Tú me lees para no estar solo de mí?
Yo estoy sola de ti.

No es justo.

La fantasía de Espe

20 de noviembre de 2008

La Anita Obregón de la política ha hablado... una vez más.

"... que en ninguna de las sedes del Partido Popular hay ninguna fotografía, por supuesto, de nadie del Franquismo, porque el Partido Socialista Obrero Español sí tiene un pasado violento. Cuando vamos a las sedes del Partido Socialista sí nos encontramos ahí con los líderes que protagonizaron la República y la Guerra Civil."
Ha dicho. Ella. Que es así de fantástica.



Elección

15 de noviembre de 2008


-¡Durante mil años hemos escarbado tras las cabezas de los peces, pero ahora tenemos una razón para vivir; para aprender, para descubrir; para ser libres! Dadme una oportunidad, dejadme que os muestre lo que he encontrado...
La Bandada parecía de piedra.
-Se ha roto la Hermandad -entonaron juntas las gaviotas, y todas de acuerdo cerraron solemnemente sus oídos y le dieron la espalda.
Juan Salvador Gaviota (Richard Bach)

Discurso de la victoria de Obama

13 de noviembre de 2008

Si todavía queda alguien por ahí que aún duda de que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible, quien todavía se pregunta si el sueño de nuestros fundadores sigue vivo en nuestros tiempos, quien todavía cuestiona la fuerza de nuestra democracia, esta noche es su respuesta.

Es la respuesta dada por las colas que se extendieron alrededor de escuelas e iglesias en un número cómo esta nación jamás ha visto, por las personas que esperaron tres horas y cuatro horas, muchas de ellas por primera vez en sus vidas, porque creían que esta vez tenía que ser distinta, y que sus voces podrían suponer esa diferencia.

Es la respuesta pronunciada por los jóvenes y los ancianos, ricos y pobres, demócratas y republicanos, negros, blancos, hispanos, indígenas, homosexuales, heterosexuales, discapacitados o no discapacitados. Estadounidenses que transmitieron al mundo el mensaje de que nunca hemos sido simplemente una colección de individuos ni una colección de estados rojos y estados azules.

Somos, y siempre seremos, los Estados Unidos de América.

Es la respuesta que condujo a aquellos que durante tanto tiempo han sido aconsejados a ser escépticos y temerosos y dudosos sobre lo que podemos lograr, a poner manos al arco de la Historia y torcerlo una vez más hacia la esperanza en un día mejor.

Ha tardado tiempo en llegar, pero esta noche, debido a lo que hicimos en esta fecha, en estas elecciones, en este momento decisivo, el cambio ha venido a Estados Unidos.

Esta noche, recibí una llamada extraordinariamente cortés del senador McCain.

El senador McCain luchó larga y duramente en esta campaña. Y ha luchado aún más larga y duramente por el país que ama. Ha aguantado sacrificios por Estados Unidos que no podemos ni imaginar. Todos nos hemos beneficiado del servicio prestado por este líder valiente y abnegado.

Le felicito; felicito a la gobernadora Palin por todo lo que han logrado. Y estoy deseando colaborar con ellos para renovar la promesa de esa nación durante los próximos meses.

Quiero agradecer a mi socio en este viaje, un hombre que hizo campaña desde el corazón, e hizo de portavoz de los hombres y las mujeres con quienes se crío en las calles de Scranton y con quienes viajaba en tren de vuelta a su casa en Delaware, el vicepresidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden.

Y no estaría aquí esta noche sin el respaldo infatigable de mi mejor amiga durante los últimos 16 años, la piedra de nuestra familia, el amor de mi vida, la próxima primera dama de la nación, Michelle Obama.

Sasha y Malia, os quiero a las dos más de lo que podéis imaginar. Y os habéis ganado el nuevo cachorro que nos acompañará hasta la nueva Casa Blanca. Y aunque ya no está con nosotros, sé que mi abuela nos está viendo, junto con la familia que hizo de mí lo que soy. Los echo en falta esta noche. Sé que mi deuda para con ellos es incalculable

A mi hermana Maya, mi hermana Alma, al resto de mis hermanos y hermanas, muchísimas gracias por todo el respaldo que me habéis aportado. Estoy agradecido a todos vosotros. Y a mi director de campaña, David Plouffe, el héroe no reconocido de esta campaña, quien construyó la mejor, la mejor campaña política, creo, en la Historia de los Estados Unidos de América.

A mi estratega en jefe, David Axelrod, quien ha sido un socio mío a cada paso del camino. Al mejor equipo de campaña que se ha compuesto en la historia de la política. Vosotros hicisteis realidad esto, y estoy agradecido para siempre por lo que habéis sacrificado para lograrlo.

Pero sobre todo, no olvidaré a quién pertenece de verdad esta victoria. Os pertenece a vosotros. Os pertenece a vosotros.

Nunca parecí el aspirante a este cargo con más posibilidades. No comenzamos con mucho dinero ni con muchos avales. Nuestra campaña no fue ideada en los pasillos de Washington. Se inició en los jardines traseros de Des Moines y en los cuartos de estar de Concord y en los porches de Charleston. Fue construida por los trabajadores y las trabajadoras que recurrieron a los pocos ahorros que tenían para donar a la causa cinco dólares y diez dólares y veinte dólares

Adquirió fuerza de los jóvenes que rechazaron el mito de la apatía de su generación, que dejaron atrás sus casas y sus familiares para hacer trabajos que les procuraron poco dinero y menos sueño.

Adquirió fuerza de las personas no tan jóvenes que hicieron frente al gélido frío y el ardiente calor para llamar a las puertas de desconocidos y de los millones de estadounidenses que se ofrecieron voluntarios y organizaron y demostraron que, más de dos siglos después, un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no se ha desvanecido de la Tierra.

Esta es vuestra victoria.

Y sé que no lo hicisteis sólo para ganar unas elecciones. Y sé que no lo hicisteis por mí. Lo hicisteis porque entendéis la magnitud de la tarea que queda por delante. Mientras celebramos esta noche, sabemos que los retos que nos traerá el día de mañana son los mayores de nuestras vidas -dos guerras, un planeta en peligro, la peor crisis financiera desde hace un siglo-.

Mientras estamos aquí esta noche, sabemos que hay estadounidenses valientes que se despiertan en los desiertos de Irak y las montañas de Afganistán para jugarse la vida por nosotros.

Hay madres y padres que se quedarán desvelados en la cama después de que los niños se hayan dormido y se preguntarán cómo pagarán la hipoteca o las facturas médicas o ahorrar lo suficiente para la educación universitaria de sus hijos.

Hay nueva energía por aprovechar, nuevos puestos de trabajo por crear, nuevas escuelas por construir, y amenazas por contestar, alianzas por reparar.

El camino por delante será largo. La subida será empinada. Puede que no lleguemos en un año ni en un mandato. Sin embargo, Estados Unidos, nunca he estado tan esperanzado como estoy esta noche de que llegaremos.

Os prometo que, nosotros, como pueblo, llegaremos.

Habrá percances y comienzos en falso. Hay muchos que no estarán de acuerdo con cada decisión o política mía cuando sea presidente. Y sabemos que el gobierno no puede solucionar todos los problemas.

Pero siempre seré sincero con vosotros sobre los retos que nos afrontan. Os escucharé, sobre todo cuando discrepamos. Y sobre todo, os pediré que participéis en la labor de reconstruir esta nación, de la única forma en que se ha hecho en Estados Unidos durante 221 años bloque por bloque, ladrillo por ladrillo, mano encallecida sobre mano encallecida.

Lo que comenzó hace 21 meses en pleno invierno no puede terminar en esta noche otoñal. Esta victoria en sí misma no es el cambio que buscamos. Es sólo la oportunidad para que hagamos ese cambio. Y eso no puede suceder si volvemos a como era antes. No puede suceder sin vosotros, sin un nuevo espíritu de sacrificio.

Así que hagamos un llamamiento a un nuevo espíritu del patriotismo, de responsabilidad, en que cada uno echa una mano y trabaja más y se preocupa no sólo de nosotros mismos sino el uno del otro.

Recordemos que, si esta crisis financiera nos ha enseñado algo, es que no puede haber un Wall Street (sector financiero) próspero mientras que Main Street (los comercios de a pie) sufren.

En este país, avanzamos o fracasamos como una sola nación, como un solo pueblo. Resistamos la tentación de recaer en el partidismo y mezquindad e inmadurez que han intoxicado nuestra vida política desde hace tanto tiempo.

Recordemos que fue un hombre de este estado quien llevó por primera vez a la Casa Blanca la bandera del Partido Republicano, un partido fundado sobre los valores de la autosuficiencia y la libertad del individuo y la unidad nacional.

Esos son valores que todos compartimos. Y mientras que el Partido Demócrata ha logrado una gran victoria esta noche, lo hacemos con cierta humildad y la decisión de curar las divisiones que han impedido nuestro progreso.

Como dijo Lincoln a una nación mucho más dividida que la nuestra, no somos enemigos sino amigos. Aunque las pasiones los hayan puesto bajo tensión, no deben romper nuestros lazos de afecto.

Y a aquellos estadounidenses cuyo respaldo me queda por ganar, puede que no haya obtenido vuestro voto esta noche, pero escucho vuestras voces. Necesito vuestra ayuda. Y seré vuestro presidente, también.

Y a todos aquellos que nos ven esta noche desde más allá de nuestras costas, desde parlamentos y palacios, a aquellos que se juntan alrededor de las radios en los rincones olvidados del mundo, nuestras historias son diversas, pero nuestro destino es compartido, y llega un nuevo amanecer de liderazgo estadounidense.

A aquellos, a aquellos que derrumbarían al mundo: os vamos a vencer. A aquellos que buscan la paz y la seguridad: os apoyamos. Y a aquellos que se preguntan si el faro de Estados Unidos todavía ilumina tan fuertemente: esta noche hemos demostrado una vez más que la fuerza auténtica de nuestra nación procede no del poderío de nuestras armas ni de la magnitud de nuestra riqueza sino del poder duradero de nuestros ideales; la democracia, la libertad, la oportunidad y la esperanza firme.

Allí está la verdadera genialidad de Estados Unidos: que Estados Unidos puede cambiar. Nuestra unión se puede perfeccionar. Lo que ya hemos logrado nos da esperanza con respecto a lo que podemos y tenemos que lograr mañana.

Estas elecciones contaron con muchas primicias y muchas historias que se contarán durante siglos. Pero una que tengo en mente esta noche trata de una mujer que emitió su papeleta en Atlanta. Ella se parece mucho a otros que guardaron cola para hacer oír su voz en estas elecciones, salvo por una cosa: Ann Nixon Cooper tiene 106 años.

Nació sólo una generación después de la esclavitud; en una era en que no había automóviles por las carreteras ni aviones por los cielos; cuando alguien como ella no podía votar por dos razones -porque era mujer y por el color de su piel. Y esta noche, pienso en todo lo que ella ha visto durante su siglo en Estados Unidos- la desolación y la esperanza, la lucha y el progreso; las veces que nos dijeron que no podíamos y la gente que se esforzó por continuar adelante con ese credo estadounidense: Sí podemos.

En tiempos en que las voces de las mujeres fueron acalladas y sus esperanzas descartadas, ella sobrevivió para verlas levantarse, expresarse y alargar la mano hacia la papeleta. Sí podemos. Cuando había desesperación y una depresión a lo largo del país, ella vio cómo una nación conquistó el propio miedo con un Nuevo Arreglo, nuevos empleos y un nuevo sentido de propósitos comunes.

Sí podemos

Cuando las bombas cayeron sobre nuestro puerto y la tiranía amenazó al mundo, ella estaba allí para ser testigo de cómo una generación respondió con grandeza y la democracia fue salvada.

Sí podemos.

Ella estaba allí para los autobuses de Montgomery, las mangas de riego en Birmingham, un puente en Selma y un predicador de Atlanta que dijo a un pueblo: "Lo superaremos".

Sí podemos.

Un hombre llegó a la luna, un muro cayó en Berlín y un mundo se interconectó a través de nuestra ciencia e imaginación.

Y este año, en estas elecciones, ella tocó una pantalla con el dedo y votó, porque después de 106 años en Estados Unidos, durante los tiempos mejores y las horas más negras, ella sabe cómo Estados Unidos puede cambiar.

Sí podemos.

Estados Unidos, hemos avanzado mucho. Hemos visto mucho. Pero queda mucho más por hacer. Así que, esta noche, preguntémonos -si nuestros hijos viven hasta ver el próximo siglo, si mis hijas tienen tanta suerte como para vivir tanto tiempo como Ann Nixon Cooper, ¿qué cambio verán? ¿Qué progreso habremos hecho?

Esta es nuestra oportunidad de responder a ese llamamiento. Este es nuestro momento. Estos son nuestros tiempos, para dar empleo a nuestro pueblo y abrir las puertas de la oportunidad para nuestros pequeños; para restaurar la prosperidad y fomentar la causa de la paz; para recuperar el sueño americano y reafirmar esa verdad fundamental, que, de muchos, somos uno; que mientras respiremos tenemos esperanza.

Y donde nos encontramos con escepticismo y dudas y aquellos que nos dicen que no podemos, contestaremos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: Sí podemos.

Gracias. Que Dios os bendiga. Y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América.

Otra mirada

5 de noviembre de 2008

OBAMA GANÓ. Así tituló un alumno mío "su artículo" sobre Obama. Tiene nueve años. Ve las noticias, llama a USA "Los Estados Unidos de América", me pregunta a quien voto, etc. Hoy le he preguntado si se alegró de que Obama ganara y qué piensa de él. Le he propuesto escribir un artículo sobre el tema en el Blog de clase y se ha puesto a ello. Dice que Obama es bueno porque quiere la paz en el mundo y que la gente le ha votado porque hace poco que se murió su abuelita y les dio pena. Me ha prometido que va a ver más las noticias para seguir escribiendo sobre él. Les mantendré informados.

Por otra parte reconozco sentirme fascinada por el ambiente y las expectativas creadas en torno a estas elecciones. La sensación de saberme testigo de un momento tan histórico me atrapa. El discurso de Obama logró ponerme los pelos de punta en algunos momentos. No puedo evitar vibrar con las personas que saben transmitir sueños a tanta gente de una manera tan abrumadora. Pero una vez concluida mi fase eufórica mi sangre se calma y las neuronas equilibran. Y la sensación que me queda coincide mucho con el final del editorial de "El País" de hoy: "En un mundo más peligroso y complejo, donde rara vez los logros satisfacen las expectativas, Obama ha situado el listón muy alto con su invitación a volver a soñar".

El hombre almohada

30 de octubre de 2008

El sábado por la mañana, al revisar el correo, me encontré con la recomendación de un amigo. No conocía la obra de la que hablaba pero la vendía de tal forma que rápidamente decidí que esa noche iría a verla. Y las expectativas se cumplieron, con creces. Así que ya saben, si les gusta el teatro, si les gusta encontrarse con un buen guión y con una magnífica actuación no dejen de ver "El hombre almohada". No les digo mucho más. Sólo que la presenta Teatro del Noctámbulo (Martin McDonagh) en versión de Isabel Montesinos. Aviso: no es una comedia para relajarse, es de las que te retuercen algo dentro. Pura delicia.


Cursos de formación del profesorado

28 de octubre de 2008

No soy de las que va con prejuicios negativos a los cursos. Al contrario, en cuanto leo lo importante que es y formada que está la persona que va a venir a impartirlos pienso que qué suerte tengo y que cuánto voy a aprender. Pero últimamente mi gozo es un pozo en este sentido. Porque no sé por qué demonios los profesores que dan clases a profesores no se aplican a ellos mismos en susodicha clase todo lo que nos cuentan que tenemos que hacer con nuestros alumnos... adaptado a nuestra edad, claro, pero es que que seamos mayores de 24 (yo soy un poco más, pero lo digo por algunos compañeros que todavía andan en la veintena) no implica que estemos inmunizados a los rollos patateros. ¡Por favor! Que repiten todas las ideas 20 veces y nos tratan como si acabáramos de entrar en la Facultad de Magisterio. Que ya sé que el verdadero aprendizaje es tal sólo si se logra la transferencia. ¡YA LO SÉ! Que nadie me lo diga más. Que nadie me vuelva a explicar lo que son las competencias básicas... ¡QUE YA LO SÉ! Por favor... Que no vamos a aprender nada nuevo en la vida si siempre nos ponen el contador a cero. En fin, esta entrada es de puro desahogo. Para no gritar allí me dediqué a hacer dibujitos. Al final me sirvió para crear mi nuevo fondo de escritorio. Al menos no perdí del todo la tarde...

Nasija

12 de octubre de 2008


Nasija
Cargado por short_film

Por última vez

9 de octubre de 2008

Con su mano sin fuerza y temblorosa cogió la mano curtida de su hija y recordó el remoto tiempo en que su manita diminuta le agarró con fuerza el dedo por primera vez.
Le pidió que le acompañara por última vez al lecho que frío para siempre ella hace tanto que dejó.
Le pidió que se sentaran por última vez a la mesa de la cocina en la que tantos buenos momentos saboreó.
Le pidió que le llevara al balcón para contemplar por última vez el recuerdo de la plaza encendida por las llamas de fallas.
Le pidió que le asomara a la ventana para escuchar por última vez la tertulia del banco bajo el árbol, ya sin su voz.
Le pidió que le tocara por última vez a la vecina de en frente.
Le pidió que cerrara las ventanas y quedaran un momento en silencio, para sentir por última vez el calor de hogar.
Le pidió que le dejara cerrar la puerta, por última vez, de su casa.
Le pidió que el coche abandonara lentamente el barrio, para poder robar por última vez un poco de su murmullo y su olor.

¿Cómo se hace la maleta de toda una vida? ¿Qué se mete? ¿Cómo se hace?

Publicidad

5 de octubre de 2008

La dictadura militar argentina tenía la costumbre de enviar a muchas de sus víctimas al fondo del mar. En abril de 1998, la fábrica de ropas Diesel publicó en la revista Gente un aviso que probaba la resistencia de sus pantalones a todos los lavados. Una fotografía mostraba a ocho jóvenes, encadenados a bloques de cemento en las profundidades del agua, y debajo decía: "No son tus primeros jeans, pero podrían ser los últimos. Al menos dejarás un hermoso cadáver".
Patas arriba. La escuela del mundo al revés. Eduardo Galeano.

Mi próximo móvil

4 de octubre de 2008

Encontrar un móvil que me guste a un precio barato (entre 0 y 50 €, máximo que pago) es más complicado de lo que parece. Llevo meses dando vueltas. Hoy por fin lo he encontrado. No es 3G ni tiene una i delante pero cumple mis exigencias: ES BONITO. Me deja llamar y enviar mensajes y algunas cosas más que no sé si llegaré a utilizar. Y por 16 €. Hasta a Elena le gusta! Por cierto, es el LG Shine. En diseño, LG sigue conquistándome.

Hoy comienza Ibértigo VI

3 de octubre de 2008

Otra vez Ibértigo. Y cada año mejor. Me da mucha pena que estar en el exilio no me permita participar como antes... Un poco de publicidad para aportar mi granito de arena.

http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=109305
http://www.culturadecanarias.com/actividades/ccribertigo08-2/ccribertigo08-2.html

Por verte sonreir

22 de septiembre de 2008

Hace tiempo prometí escribirte una canción,
Como siempre, mal y tarde, la tienes aquí
Sabes bien, como soy, que no suelo mentir
Siempre que lo hice fue por verte sonreír

Llámame, te quiero escuchar
Ya lo ves, no siempre me va bien
Al cantar me duele el corazón
Y enloquezco cada noche
En cada actuación

Fui yo quien dijo no, y ahora en la misma mesa
Se me enfría el café mientras dices que te va bien
Tranquila, ya no volveré a llamar, no me volverás a ver
Esta vez me marcho para no volver

Y ahora cansado de mirar tu foto en la pared
Cansado de creer que todavía estás
He vuelto a recordar las tardes del café,
Las noches locas que siempre acaban bien
Y me he puesto a gritar estrellando el whisky en la pared
Por verte sonreír he vuelto yo a perder
La Fuga

A tu manera

2 de septiembre de 2008

Observas divertido en la distancia los esfuerzos que hago por satisfacer mi vanidad femenina. Luego, cuando sabes que pienso que he fracasado, te acercas y me quieres tal como soy.

Me encanta.

El lobito malo y el lobito bueno

31 de julio de 2008

A propósito del poema que Desconvencida publicaba en su Blog hace ya unos días.

"Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos."
J. A. GOYTISOLO

Gloria Fuertes responde:

Y érase también
un lobito malo,
al que obedecían
todos los vasallos.


El lobito malo
les metió en la guerra,
y no quedó pueblo
ni árbol en la tierra.


No se conocían
y se iban matando,
todo por la culpa
del lobito malo.


Y vino otra vez
un lobito bueno,
al que respetaban
los pocos corderos
-que quedaban-.


Quemaron las armas
y no hubo más guerra.
Lobos y corderos
jugando en la tierra.

Aquilino y la lámpara maravillosa

15 de julio de 2008

Probablemente todos hemos tenido ese tipo de vacaciones: llega el verano y hay que ir a ver a la otra mitad de la familia, que vive en otro punto de la geografía española, normalmente en un pueblo con mayor o menor parecido a Verano Azul.

Ese tipo de vacaciones en mi caso ha pasado por tres fases, no sé si esto también será común.

- Fase 1: cuando eres pequeña. "Qué bien que voy a ver a abuelos, tíos, primas y demás parientes que tienen muchas ganas de verme, me dan regalos y me invitan a sus casas de campo con algo que se asemeja a una piscina en lo que podemos chapotear. Qué bien que voy a jugar con niños nuevos a cosas nuevas, qué bien que mi padre está relajado y tranquilo y pasa mucho rato conmigo y me lleva por ahí a comer gambas rojas".

- Fase 2: cuando eres adolescente. "Qué rollo que voy a ver al abuelo cascarrabias que me queda, tío, primas y demás personas que son mis familiares pero que yo no reconozco como tales porque casi no los veo ni hablo con ellos y me van a preguntar muchas cosas (lo mismo que el año pasado), me van a decir lo alta que estoy y van a contar sus batallas de siempre. Qué rollo que mi madre encima me obliga a poner buena cara y no me apetece salir con mis primas porque llevan una movida muy diferente a la que a mí me gusta y aquí no tengo amigos. Y yo quiero estar con mis amigos del alma, que ellos sí me entienden y qué hago yo sin mi recién estrenado novio... cuánto tuvo que sufrir Julieta... la entiendo, qué dramón de verano".

- Fase 3: cuando eres adulta y consciente (que no siempre coincide). Heme aquí en esta fase, quién me iba a decir. Casi toda la familia ya me importa un bledo porque ya una sabe quién es quién. Pero aquí está él, EL ABUELITO, ese ancianito de 87 años que camina encorvado y ayudado por dos bastones, hace ya años que conoce a la gente por sus zapatos y su percepción del mundo cada vez es más terrenal. Sufre de dolores causados por algunos de sus padecimientos y le tiemblan las manos. Está bastante sordo y cada vez ve más turbio (siempre me dice que estoy guapa). Él trata de no traicionarse a sí mismo y seguir siendo un gran cascarrabias, y claro, yo pienso que cada vez lo tiene más difícil pero en realidad no estoy segura de que sea él el que realmente haya cambiado.

Vine bastante convencida. Y llego a la casa, y me lleva a mi habitación y me señala la mesilla de noche, en la que hay una lámpara colonial con base de mármol y pantalla de cristal esmerilado, y la mitad del cable se encuentra dentro del cajón que está abierto lo justo para presionarlo y que el interruptor quede en el lado más cercano a la cama, para que no se mueva, para que sólo tenga que sacar un poco la mano para encencer y apagar. Es su lámpara de mesa, normalmente la tiene en su habitación. En la cocina tiene otra, porque él necesita siempre tener una lámpara con potente luz cerca para poder hacer las cosas, ya dije que ve turbio... Esta noche él se ha llevado a su habitación la lámpara de la cocina. Mañana por la mañana la volverá a llevar a la cocina. Y así hará cada día mientras yo esté aquí. Le he intentado explicar que yo no necesito esa lámpara, que puedo dar a la luz de la pared sin problema. Él no concibe que alguien no necesite una lámpara de mesita. No he insistido. La lámpara se queda ahí. Y yo estoy a sus pies. Es mi deseo.

Yo vengué a Escarlata O'hara

10 de mayo de 2008

Yo que nunca tuve novio en el instituto
ni besé con aparato
Yo que somatizo
y vuelvo a las andadas
Yo que preciso de miradas
y no entiendo tantas palabras
Yo que soy alérgica a la eritromicina
de la luna tomo vitaminas
Yo que no tengo molécula de hidrógeno
pero encuentro alivio en tu magnesio
Yo que luzco pecas
tú que me las cuentas
Yo que no sé cortar el queso
ni dibujar cenefas para mi aseo
Yo que no tengo secretaria
invado de notas mi estancia
Yo que ayer descubrí a Gloria Fuertes
y hoy juego con Rodari
Yo que tengo los números rojos
el tiempo de oro lo adorno
Yo que libraba dos batallas
mis soldados abandonan hoy las armas
Yo que llamo a filas la cordura
voz plana me alegan en la ficha
Yo que levanto la ceja
tú en la alcoba me arrestas
Yo que a los alisios te imploro
lava de volcanes llevan mi lloro

hasta que respondes que te importo.

En busca de la fecilidad

14 de abril de 2008

Ser "profe", para mí, tiene muchísimas cosas buenas. Entre ellas disfrutar de salidas programadas para los niños que al final disfruto yo creo que hasta más que ellos. El otro día tuve la oportunidad de, en una de ellas, escuchar a una magnífica cuentacuentos que nos encandiló con sus historias. Aquí les dejo una de ellas. Desde luego el directo es insustituible, pero este cuento por sí solo lo vale. Elenita, espero que te guste mi "renovación".

EL HOMBRE QUE TENÍA MALA SUERTE

Narrador: - Érase una vez un hombre que siempre tenía mala suerte. Los años iban pasando y aunque se esforzaba mucho, todo era en vano, seguía teniendo mala suerte.

Pasaron muchos años hasta que empezó a pensar de verdad en su situación. Después de darle muchas vueltas, llegó a la conclusión de que necesitaba ayuda. ¿Y… quién era más indicado para prestársela que Dios?

Así que el hombre decidió ir a ver a Dios para pedirle que le cambiara su mala suerte. Metió todo lo necesario para el viaje en un atillo y se acostó.

A la mañana siguiente se puso en marcha. Caminó, caminó y caminó durante mucho, mucho tiempo. Al cabo de algunos dias, nuestro hombre llegó a la selva y, abriéndose paso entre la maleza, escuchó de repente una voz estridente:

El Lobo: - “¡Oooooooh….oooooooohh!”

Narrador: - Asombrado buscó el origen de esa voz pensando que a lo mejor alguien podía estar necesitando su ayuda. Encontró un lobo y ¡cómo estaba el pobre animalito! Se le podían contar las costillas y el pelo se le caía a mechones; daba lástima verlo.

El Hombre: - ¿Qué te pasa lobo?

El Lobo: - Estoy mal, de un tiempo a esta parte todo me va mal. No tienes más que observar mi aspecto…

El Hombre: - ¡No! no me cuentes nada más porque yo también tengo mala suerte. Por eso voy a ver a Dios, a pedirle que me cambie la suerte.

El Lobo: - Por favor, pídele también un consejo para mí.

El Hombre: - Muy bien, no te preocupes, se lo pediré. Hasta pronto.

Narrador: - Caminó, caminó y caminó, mucho, pero mucho tiempo. Por fin llegó a la sabana. Hacia mucho calor. El sol quemaba y la sabana no parecía tener fin.

El Hombre: - ¡Hay, que no daría yo por un poco de sombra!

Narrador: - Nada más pensarlo vio a lo lejos un maravilloso árbol frondoso que invitaba con su sombra. Pronto llegó y se recostó a descansar apoyándose en el tronco del árbol. Nada más cerrar los ojos oyó una voz.

El Árbol: - ¡Oooooooohh! ¡Ooooooooohh!

Narrador: - El hombre abrió sobresaltado los ojos pero no pudo ver a nadie que estuviera quejándose. Nuevamente se recostó, y…. ¡otra vez escucho aquella voz!

El Árbol: - ¡Oooooooohh! ¡Ooooooooohh!

Narrador: - Así sucedió varias veces sin que averiguara la procedencia de aquellos quejidos. Hasta que por fin se le ocurrió preguntar:

El Hombre: - ¿Eres tú, árbol?

El Árbol: - Sí, yo soy.

El Hombre: - ¿Qué te pasa?

El Árbol: - ¡No lo sé!, de un tiempo a esta parte todo me va mal. ¿No ves mis ramas torcidas y mis hojas marchitas?

El Hombre: - ¡No sigas! Ya sé de qué me estás hablando. Yo también tengo mala suerte; por eso voy a pedirle a Dios que me la cambie.

El Árbol: - Por favor, pídele también un consejo para mí.

El Hombre: - Lo haré.

Narrador: - Y con esa promesa se marchó. Caminó, caminó y caminó, mucho, mucho tiempo.

El hombre empezó a adentrase en unos cerros que había más allá de la sabana. Un día, desde lo alto de una colina, avistó un maravilloso valle. Parecía un paraíso: estaba lleno de árboles, flores, prados, un riachuelo, pájaros,…Era una maravilla de lugar.

Bajando al valle descubrió, en medio de aquel precioso paisaje, una casa muy acogedora. Se acercó y vio que en la terraza, delante de la casa, estaba una mujer muy hermosa que parecía esperarle.

La Mujer: - Ven, viajero, ven a descansar.

Narrador: - El hombre aceptó de buen grado. Pasaron una velada muy especial. Tomaron una comida sabrosa y se contaron muchas cosas.

El Hombre: - Te veo triste.

La Mujer: - Sí, es verdad, desde hace algún tiempo no me siento bien. Vivo en este lugar maravilloso y, sin embargo, noto que me falta algo.

El Hombre: - ¡No sigas! Conozco la sensación, por eso voy a ver a Dios para que me cambie la suerte.

La Mujer: - Pues dile que te dé un consejo para mí.

Narrador: - A la Mañana siguiente el hombre emprendió de nuevo su viaje. Caminó, caminó y caminó, mucho, mucho tiempo. Al cabo de muchos días nuestro hombre llegó al Fin del Mundo. Se asomó. Miró hacia abajo, a la derecha, a la izquierda y hacia arriba, pero no pudo ver nada. Sólo había estrellas. De repente se formó una nube enfrente de él que fue tomando la forma de la cara de un hombre.

El Hombre: - ¿Eres Dios?

Dios: - Sí, yo soy.

El Hombre: - Las cosas me van mal y he venido para pedirte que cambies mi suerte.

Dios: - Muy bien. Estoy de acuerdo. Sólo hay una condición: tienes que estar muy atento y buscar tu buena suerte.

Narrador: - El Hombre que estaba muy contento, se despidió de Dios. Quería llegar rápidamente a su casa para ver si su suerte había cambiado realmente. Corrió y corrió y corrió durante mucho tiempo, hasta que llegó al valle. Estaba pasando de largo, frente a la casa, cuando la mujer lo vió y lo llamó.

La Mujer: - ¡Eh! ¡Ven aquí! Cuéntame lo que ha pasado.

El Hombre: - He visto a Dios y me ha prometido que me va a cambiar la suerte. Sólo me pidió que estuviera atento. Ahora tengo que irme, he de buscarla.

La Mujer: - ¿Y no te ha dado un consejo para mí?

El Hombre: - Me dijo que lo que te faltaba era un hombre, un compañero que compartiera la vida contigo aquí en este valle.

Narrador: - Con estas palabras a la mujer se le iluminó la cara y exclamó:

La Mujer: - ¡Sí! ¡Sí! eso es. Oye, y ¿quieres ser tú ese hombre?

El Hombre: - Me gustaría mucho pero no puedo. Tengo que seguir mi camino y buscar mi buena suerte. Adiós, me voy corriendo.

Narrador: - Corrió y corrió y corrió durante mucho tiempo. Después de varios días llegó nuevamente a la sabana y pasaba corriendo al lado del árbol, cuando este le paró y le interrogó.

El Árbol: - ¿Qué ha pasado buen hombre?

Narrador: - Nuevamente el hombre relató su historia y nada más terminarla quiso salir corriendo; pero el árbol le preguntó:

El Árbol: - ¿Y para mí, Dios no te dio ningún consejo?

El Hombre: - A ver… a ver si recuerdo… ¡ah! sí, me dijo que debajo de tus raíces había un enorme tesoro que te impide crecer. Lo único que tienes que hacer es sacar el tesoro; y todo te irá bien de nuevo.

Narrador: - Después de oír al árbol, el hombre quiso salir corriendo. Pero nuevamente el árbol lo paró.

El Árbol: - Mira yo no puedo sacar ese tesoro. Si tú lo quieres hacer por mí, te lo podrás llevar y así ser muy rico. A mí no me sirve y únicamente quiero que mis raíces crezcan bien de nuevo.

El Hombre: - Me encantaría ayudarte, pero tengo que seguir mi camino y buscar mi buena suerte. Lo siento, adiós.

Narrador: - El hombre corriendo de nuevo se alejó. Corrió y corrió y corrió durante mucho tiempo. Llegó a la selva y no pasó mucho tiempo cuando de nuevo oyó aquellos temibles quejidos del lobo. Quiso pasar de largo, pero el lobo le llamó. El hombre le contó de nuevo su historia. El lobo le preguntó:

El Lobo: - ¿Y para mí…., para mí no te dio Dios también un consejo?.

El Hombre: - A ver….a ver si me acuerdo…¡Ah! sí, me dijo que para ponerte de nuevo fuerte sólo tenías que hacer una cosa: comerte a la criatura más estúpida de la tierra, entonces te irá todo bien.

Para mis niños el cuento acabó aquí. Porque la cuentacuentos quiso darle la oportunidad al hombre de que se diera cuenta de su suerte. Y también les hizo prometer a ellos que lo harían en su vida. Siempre.

Narrador: - El lobo se levantó con sus últimas fuerzas y se abalanzó sobre nuestro hombre y… ¡Lo devoró!

Orgullo y contrastes

24 de febrero de 2008

Frente a la ignorancia y la falta de educación y de clase que encuentro casi cada día entre personas con estudios, personas con dinero y personas con exceso de vanidad me tropiezo en mi humilde casa con esto:
Bandeja de entrada del móvil de mi padre
Desde tiempos remotos se tiene por verdadero: no existe la zorra verde ni el conejo culebrero, nunca encontrarás un cruce de avutarda con jilguero ni un hijoputa más grande que el gilipollas de ZAPATERO. Si quieres que ESPAÑA sea una provincia CATALANA bórrame y vota a Z-ETA-P... pero si te importa nuestro PAÍS pásalo a 5 amigos. No rompas la cadena hazlo por ESPAÑA y a ver si mandamos a este JUDAS a tomar por culo. ¡VIVA ESPAÑA!
Bandeja de salida del móvil de mi padre
Recibido mensaje. Me alegro coincidir contigo en lo último ¡Viva España! Por lo tanto me niego decirle hijo puta a Rajoy. Un abrazo y cuídate.

Fidel Castro

19 de febrero de 2008

Creo que pocas dimisiones harán correr tantos ríos de tinta. Personalmente siempre pensé que un día me despertaría con su muerte, pero nunca con su dimisión. Desde luego nadie es eterno, pero hay apegos que las miradas externas tendemos a mimetizar con las personas que los sufren y nos cuesta disociarlos. El poder y Fidel Castro se separan. Fidel se despide. Sé que muchos pensaran que el poder (¿"influencia" dirían algunos?) que ha ejercido hace tiempo que lo trascendió. Ya veremos. En cualquier caso, ante la figura de Fidel me rodea mucha gente que manifiesta extraños sentimientos entremezclados de filias y fobias.

Mi percepción de Fidel la resume bastante bien un poeta disidente cubano, Raúl Rivero, cuando dice:

"Es muy fácil ser austero con el hambre ajena".

Palabras para la vida

1 de enero de 2008

Estas fiestas un duende me ha traído una bonita degustación poética. Entre algunas de esas palabras para la vida se encontraban estas:

Mi partido es la paz.
Yo soy su líder.
No pido votos,
Pido botas para los descalzos
-que todavía hay muchos-.
Gloria Fuertes

No todo el mundo regala colonias y calcetines. Se agradece.

Feliz 2008.