Mañana, como cada día, iré a trabajar. Pero mañana encima de mi mesa encontraré una carta: será una carta de sanción... o una carta de despido. No lo sé. Mañana puede que un señor misterioso, al que no conocemos y nunca hemos visto pero que ha resultado ser "el jefísimo", haya decidido cambiar nuestros planes. Y a mi también me encanta que los planes salgan bien, pero a estas alturas ya he vivido demasiadas experiencias y he visto demasiadas cosas, y ya sé que al final hacen falta muy pocas cosas para poder ser feliz. Y que un señor que ha demostrado tener muy poca clase pueda cambiar mi hoja de ruta es un defecto de este mercado laboral, de la sociedad... puede que de muchas cosas, pero no será un problema que afecte a mi ánimo. Porque mañana, pase lo que pase al abrir la carta, seguiré teniendo esas pocas cosas necesarias para ser feliz. Mañana pase lo que pase yo seguiré siendo afortunada.
Lettere da Napoli: Il misterio di Villa Rufolo (VI)
-
Por sus inflados mofletes y mirada anubada, bajo ahumadas
lentes, quedaba patente que el detective número 2 se hallaba en la
gloria. —¿Fómo de...
Hace 2 semanas
2 secretos:
Un blog bonito, gente que te quiere... lo tienes todo para ser féliz. Aprovechalo.
Animo nena...pase lo que pase estaremos aqui apoyandote. un beso.
Publicar un comentario